El sedentarismo es la disminución progresiva de las actividades que requieren ejercicio físico, más o menos moderado, en cualquier ámbito de nuestra vida. De manera general, en los últimos años, hemos ido reduciendo nuestra actividad física diaria porque nos movemos menos en el trabajo, en el tiempo de ocio y ...
El sedentarismo es la disminución progresiva de las actividades que requieren ejercicio físico, más o menos moderado, en cualquier ámbito de nuestra vida. De manera general, en los últimos años, hemos ido reduciendo nuestra actividad física diaria porque nos movemos menos en el trabajo, en el tiempo de ocio y en nuestra vida de manera global.
Cuando tomamos conciencia de que somos sedentarias, solemos plantearnos hacer un cambio. Lograr la motivación que necesitas para empezar a practicar ejercicio puede ser muy costoso para ti. Los especialistas aportan una serie de recomendaciones entre las que destacarían:
1-Consulta a tu médico el ejercicio que resulta más adecuado para ti. Si tu estado de salud es bueno podrás optar por cualquiera; si tienes algún problema debes elegir el que mejor se ajuste. Es fundamental que quienes tengan alguna patología previa (hipertensión, cardiopatías, diabetes, etc.), mujeres mayores de 50 años y hombres mayores de 40 realicen un examen médico previo.
2-A partir de ahí, elige lo que más te guste. Si odias correr, encontrarás infinidad de excusas para no hacerlo. Es mejor que escojas un ejercicio que te guste y te anime a practicarlo en vez de quedarte en casa.
3-Selecciona objetivos alcanzables y no te crees expectativas imposibles de alcanzar porque te desanimarás y dejarás de hacerlo.
4-Empieza de forma lenta y ve aumentando la intensidad de manera gradual. No consiste en darte un atracón el fin de semana y luego no hacer nada el resto de la semana.
5-Vive en positivo. No olvides que hacer deporte mejora tu salud y aumenta tu bienestar.
6-Mantén una adecuada hidratación porque el sudor que expulsas al hacer ejercicio genera una pérdida de agua e iones que deben ser reemplazados para evitar los efectos negativos de su eliminación (calambres, mareos y dolores musculares, entre otros). Lo más recomendable es beber agua o bebidas isotónicas.
7-Emplea el equipo adecuado y bien adaptado al deporte que vas a practicar. De manera general se recomienda ropa amplia de algodón y un calzado que se ajuste bien a tu pie, lo proteja de rozaduras, suavice la pisada y se agarre correctamente a la superficie. Si vas a nadar, necesitas chanclas, gorro y tapones para los oídos si tienes problemas a ese nivel. Si vas a montar en bicicleta, debes llevar sistemas de protección.
8-Cuidado con las lesiones musculoesqueléticas que son más frecuentes en las personas que hacen deporte. A pesar de que actualmente no existe un acuerdo pleno, suele recomendarse estirar antes (para aportar elasticidad a los tejidos blandos) y después de realizarlo (para evitar acortamientos musculares y calambres). No suelen recomendarse estiramientos si padeces una lesión muscular.