Los trastornos del sueño afectan de forma directa a la salud y al bienestar general de una persona. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el 48% de la población adulta española (más de 12 millones de personas) no tiene un sueño de calidad ni descansan de forma ...
Los trastornos del sueño afectan de forma directa a la salud y al bienestar general de una persona. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el 48% de la población adulta española (más de 12 millones de personas) no tiene un sueño de calidad ni descansan de forma adecuada. El estilo de vida, el estrés o la ansiedad pueden ser determinantes en la calidad del sueño de las personas, afectando de forma significativa a nuestra capacidad para conciliar el sueño y descansar las horas necesarias para mantener una buena salud física, mental y emocional.
La falta de sueño en el ser humano genera estrés, lentitud de pensamiento, dificultad para lograr concentración y percepción precisas, fatiga e irritabilidad, nerviosismo, mal talante. "El estrés y la ansiedad son respuestas normales del organismo ante una situación que el cuerpo percibe como amenaza o peligro, que generan una respuesta de alerta y lucha en el cuerpo, necesaria para hacerles frente y buscar recursos y soluciones para la supervivencia diaria. Sin embargo, cuando esta respuesta de alerta se vuelve desproporcionada al estímulo que lo produce o demasiado duradera en el tiempo, puede interferir con los ciclos naturales del sueño y generar problemas fisio-psicológicos como el insomnio. La respuesta de activación y alerta es incompatible con el sueño. Esto puede dar lugar a dificultades para conciliar el sueño, despertares frecuentes durante la noche y un sueño de mala calidad en general", explica la Dra. Ana Ortiz, gerente del Área de Salud del Grupo Farmasierra.
Además, según la doctora Ortiz, "es importante recordar que existe una conexión de la microbiota y el sistema nervioso central a través de un conjunto de vías de señalización que se denominan de manera colectiva como "eje intestino-cerebro", un complejo sistema de comunicación que involucra el sistema nervioso, endocrino e inmunológico y que influye directamente en el sueño. Esto se debe a que el intestino produce una cantidad importante de neurotransmisores y hormonas que regulan el sueño, como la dopamina, la melatonina o la serotonina".
Existen algunas investigaciones, que han demostrado que un desequilibrio en las bacterias intestinales puede alterar la producción de estas hormonas y provocar alteraciones del sueño. "Una de las estrategias terapéuticas que se han introducido en los últimos años para influir y ayudar a manejar el estrés y la ansiedad es a través de los factores ambientales que influyen en ellos. En este sentido, la microbiota intestinal se ha planteado como una importante vía de intervención, al ser una potencial diana terapéutica y preventiva para manejar el estrés, explica la doctora.
Encontrar formas efectivas de reducir el estrés y la ansiedad se ha convertido en una prioridad para muchos. Ortiz propone una serie de consejos de autocuidado que pueden ayudar a reducir la ansiedad o el estrés y, en consecuencia, mejorar la calidad del sueño.