El té matcha o té molido parece ser originario de China, desde donde fue llevado a Japón a principios del siglo XII, donde ha ido popularizándose y expandiéndose a otros países. Se obtiene a partir de Camelia sinensis (como el té verde o el té negro), pero las hojas del té matcha se cultivan a la sombra durante las últimas semanas previas a la recolección para lograr que alcancen un color más oscuro (por la clorofila) y un cambio de composición química (se forman aminoácidos y aumenta la cantidad de cafeína, por ejemplo). Tras la recolección se seleccionan las mejores, se eliminan los nervios, se secan y se muelen.

En su composición química destacaría la presencia de catequinas (potentes antioxidantes), L-Teanina (aminoácido), cafeína, minerales (el hierro, el potasio, el magnesio, el calcio o el zinc), clorofila, rutina (polifenol antioxidante), vitaminas (A, C, D, E, K y del grupo B) y quercetina.

Se considera que el té matcha aporta numerosas propiedades que continúan siendo estudiadas por los expertos entre las que destacarían:

1-Ayuda a controlar la frecuencia cardiaca y reduce la hipertensión arterial.

2-Activa el organismo porque contiene cafeína, pero sin generar alteraciones porque se combina con otros elementos.

3-Fortalece el sistema inmunitario.

4-Desintoxica y depura el organismo porque presenta una alta concentración de clorofila que ayuda a eliminar de forma natural los metales pesados y las toxinas.

5-Mejora la memoria, la atención y la concentración porque contiene vitaminas y minerales (como el magnesio o el zinc).

6-Favorece la pérdida de peso porque presenta propiedades saciantes, un nulo aporte calórico y acelera el metabolismo de manera natural.

7-Mejora la hidratación porque se elabora básicamente con agua.

8-Presenta compuestos antioxidantes que facilitan la eliminación de radicales libres.

9-La concentración de L-teanina, un aminoácido que estimula las ondas Alfa en el cerebro, ayudaría a inducir un estado de calma y relajación.

Es muy versátil, por lo que puede beberse a primera hora, tras la comida o como merienda. También se puede utilizar en varias recetas (bizcochos, sopas, cremas, panes, caldos o pasteles, por ejemplo). Como su presentación es en polvo, resulta totalmente soluble en agua, lo que facilita el aprovechamiento de todas sus propiedades nutricionales. La textura dependerá de la cantidad que se ponga en la taza para obtener una bebida más ligera o más espesa.

Algunos estudios señalan la posibilidad de que, consumido en ayunas, podría provocar malestar estomacal y acidez. No está totalmente confirmado, por lo que lo recomendable es que consultes a tu médico y sigas sus indicaciones.