El osteópata, desde el principio, intenta determinar lo que desestabiliza a la persona, es decir, el origen de la patología que presenta. Su labor se centra en descubrir puntos de desequilibrio entre los diferentes sistemas y trabajarlos para que el cuerpo pueda resolverlos utilizando sus propios mecanismos de autocuración. Sería ...
El osteópata, desde el principio, intenta determinar lo que desestabiliza a la persona, es decir, el origen de la patología que presenta. Su labor se centra en descubrir puntos de desequilibrio entre los diferentes sistemas y trabajarlos para que el cuerpo pueda resolverlos utilizando sus propios mecanismos de autocuración. Sería un trabajo común entre el paciente y el osteópata para poder recuperar el bienestar perdido.
Los pacientes suelen acudir al osteópata por decisión propia, sin ser derivados por el médico. En ocasiones, piden cita porque no han encontrado soluciones a sus problemas con otras terapias o buscan un abordaje más integral de sus lesiones porque la osteopatía permite al cuerpo alcanzar una armonía global, devolviendo la movilidad a estructuras que la habían ido perdiendo por motivos diversos. Facilita que el organismo sea más eficaz para resolver alteraciones por sí mismo.
Cuando desempeñan su tarea, los osteópatas:
-Consideran que cada paciente es un caso único y dan una gran importancia a la evaluación y entrevista iniciales.
-Su primordial objetivo sería restaurar la función, la estabilidad y la movilidad de las estructuras del cuerpo para ayudarle a curarse por sí mismo. Puede combinar distintas técnicas manuales (la terapia craneosacral y la manipulación de los tejidos blandos, de las fascias, los tejidos que envuelven y comunican los órganos, huesos y músculos).
-Emplean técnicas específicas para reducir las tensiones y eliminar los bloqueos que impiden el funcionamiento normal del organismo.
-Normalmente no generan dolor, aunque es posible sentir dolor o rigidez los primeros días tras el tratamiento, especialmente si se está tratando una lesión inflamada.
-Se requiere un número de sesiones específico para cada persona, situación y evolución de los síntomas. En general, la primera cita durará entre 45 minutos y una hora (aunque algunos tratamientos concretos duran aproximadamente 30 minutos) y las sesiones se separan lo suficiente en el tiempo para facilitar la actuación de la autocuración del propio organismo. El número de sesiones, en general, suele ser menor que con otras terapias y los beneficios se perciben desde la primera intervención. Suelen proporcionarse consejos sobre autoayuda y ejercicios para evitar que los síntomas se repitan o empeoren.
Desde la osteopatía se suelen abordar muchos problemas. Se considera que los osteópatas podrían mejorar una amplia variedad de problemas musculoesqueléticos (de espalda, de cadera, pubalgias y hernias discales, por ejemplo), trastornos del suelo pélvico, ciáticas de resolución complicada, problemas de mandíbula, estreñimiento, cefaleas, dismenorrea, cólicos del lactante, malformaciones en edades tempranas, problemas relacionados con el crecimiento y alteraciones digestivas y molestias asociadas, entre otros.