Los especialistas señalan que, para mejorar la intolerancia a la fructosa, se deben elegir frutas con bajo contenido en fructosa (la naranja, la mandarina, el plátano, el limón, la lima, la fresa, el kiwi, el aguacate, la mora, la uva y el melón) y verduras con buena tolerancia (las acelgas, ...
Los especialistas señalan que, para mejorar la intolerancia a la fructosa, se deben elegir frutas con bajo contenido en fructosa (la naranja, la mandarina, el plátano, el limón, la lima, la fresa, el kiwi, el aguacate, la mora, la uva y el melón) y verduras con buena tolerancia (las acelgas, el brócoli, las espinacas, el apio, las alcachofas, los berros, los champiñones, la lechuga, la escarola y las endibias). Los alimentos de origen animal (carnes, pescados, huevos y leche, por ejemplo) se pueden comer sin problema en su forma natural.
Los especialistas aportan una serie de recomendaciones para mejorar la tolerancia a la fructosa y reducir los síntomas que origina la malabsorción de la fructosa entre las que destacarían:
1-Cocer las verduras porque la cocción reduce el contenido en fructosa, mejora su tolerancia y facilita la digestión.
2-Consultar a tu médico y a tu farmacéutico los medicamentos y productos farmacéuticos o dietéticos que puedes tomar. Existen varios jarabes que contienen sorbitol, por ejemplo, y, a pesar de que sea una baja cantidad y generalmente no provoque síntomas, es preferible analizar la posibilidad de administrar otros productos alternativos que no contengan este compuesto.
3-Consumir los alimentos que contienen fructosa repartidos en pequeñas cantidades a lo largo del día. Suele recomendarse consumir una única pieza de fruta (preferiblemente baja en fructosa) y, como máximo, dos o tres piezas al día, en función de la intensidad y gravedad de la intolerancia.
4-Evitar la ingesta de bebidas comerciales o edulcoradas con fructosa y/o sorbitol (como los zumos comerciales y los refrescos).
5-Evitar consumir dulces, especialmente los que presentan en su etiqueta el término "sin azúcar" porque suelen contener sorbitol. A este nivel se deberían evitar los chicles, las gominolas, los caramelos, la mermelada, el membrillo, la confitura, el chocolate y la bollería "sin azúcar", entre otros.
6-Excluir de la dieta los alimentos que contengan más fructosa que glucosa o fructosa y sorbitol juntos porque la combinación resulta poco adecuada debido a que puede facilitar la aparición de los síntomas. Se recomienda evitar consumir peras, manzanas, ciruelas, cerezas, albaricoques y melocotones.
7-Revisar con atención las etiquetas de los alimentos para poder detectar si contienen fructosa añadida o sorbitol (suele aparecer como E-420) entre sus ingredientes.
8-Ser cuidadosa con las carnes y pescados elaborados (en forma de patés, embutidos y conservas especialmente) porque se puede añadir fructosa y sorbitol en su elaboración industrial, aunque no los contengan en origen.