Los especialistas señalan que, desde la perspectiva de la alimentación, algunas sencillas recomendaciones pueden ayudarte a reducir el insomnio. Destacarían: 1-Dedicar el tiempo preciso a comer. Se considera que las alteraciones horarias o de la dieta afectan directamente al ritmo del organismo. Aunque no lo notes, existe un ciclo bien estructurado ...
Los especialistas señalan que, desde la perspectiva de la alimentación, algunas sencillas recomendaciones pueden ayudarte a reducir el insomnio. Destacarían:
1-Dedicar el tiempo preciso a comer. Se considera que las alteraciones horarias o de la dieta afectan directamente al ritmo del organismo. Aunque no lo notes, existe un ciclo bien estructurado en el que, en determinados momentos, se liberan hormonas y neurotransmisores imprescindibles para lograr dormir adecuadamente, restablecer el equilibrio o lograr la activación necesaria para actuar, por ejemplo.
2-Eliminar el alcohol. Es un compuesto que puede parecer que ayuda a dormir porque genera una especie de adormecimiento y relajación, pero realmente ejerce el efecto contrario porque actúa como estimulante a nivel neuronal e impide dormir adecuadamente.
3-Escoger correctamente los alimentos de las cenas. Lo recomendable es ingerir proteínas de origen animal y vegetal. Resultaría perfecto incluir una tercera parte de proteínas animales (carne, huevo o leche, por ejemplo) y dos terceras partes de proteínas vegetales (legumbres o frutos secos, entre otros) que aportan mayor proporción de minerales y vitaminas.
4-No ingerir alimentos que producen intolerancias alimentarias. Se considera que generan los síntomas que conoces por haberlos padecido y pueden provocar insomnio. La histamina liberada se metaboliza en adrenalina y noradrenalina, neurotransmisores que actúan en fases de vigilia para mantenernos en estado de alerta y nos impiden dormir.
5-Excluir alimentos excitantes. Presentan metilxantinas que generan una sensación de euforia estimulante que reduce la capacidad para dormir. Evitar el café y las colas (con cafeína), el té (presenta teína y teofilina) o el chocolate (rico en teobromina) puede reducir tu insomnio.
6-Modificar hábitos inadecuados. Ciertas situaciones (trabajar a turnos, tener horarios laborales extraños o vivir con un ritmo muy rápido, entre otras) modifican el tiempo de descanso y sueño y aumentan el estrés, lo que incide directamente en el desarrollo del insomnio.
7-Planificar el horario. A pesar de que no hay suficientes estudios que confirmen la necesidad de cenar a una hora determinada, sí se sabe que es fundamental dejar pasar entre una hora y media y dos horas antes de acostarse para que la digestión haya sido realizada. Suele recomendarse una cena temprana (sobre las 21) para acostarse a una hora adecuada (sobre las 23).
8-Preparar cenas frugales. Consumir en exceso alimentos ricos en grasas (como quesos, embutidos o fritos, por ejemplo) aumenta la secreción de ácido clorhídrico del estómago y provoca acidez. Si lo combinamos con vino y/o café, notaremos más esta sensación. Pueden presentarse reflujo, ardor y ganas de vomitar, que nos impedirán dormir bien o nos despertarán. Tampoco debes incluir alimentos con especias porque su digestión podría incrementar la temperatura corporal, lo que resulta perjudicial para conciliar el sueño.