Las emociones adaptativas pueden definirse como sentimientos positivos y negativos que experimentamos a lo largo de nuestra vida y que no interfieren de manera inadecuada en ella. Entre las emociones adaptativas positivas se suelen ubicar el amor, el placer o la curiosidad. Entre las negativas se encontrarían el dolor, el ...
Las emociones adaptativas pueden definirse como sentimientos positivos y negativos que experimentamos a lo largo de nuestra vida y que no interfieren de manera inadecuada en ella. Entre las emociones adaptativas positivas se suelen ubicar el amor, el placer o la curiosidad. Entre las negativas se encontrarían el dolor, el malestar o la frustración. Todas son necesarias porque constituyen la manifestación de lo que sentimos y nos ayudan a adaptarnos al medio.
Las emociones desadaptativas se asocian a sentimientos positivos inadecuados (como la prepotencia o la excesiva confianza en uno mismo) y sentimientos negativos inadecuados (como la ira, la desesperanza o la desesperación). Aumentan nuestra percepción subjetiva de malestar y frustración y bloquean el correcto afrontamiento de las dificultades que nos impiden alcanzar nuestras metas.
Para alcanzar bienestar y disfrutar de una adecuada calidad de vida, es preciso aprender a convivir con ambas y evitar que las emociones adaptativas se conviertan en desadaptativas pues, según muchos expertos, ahí estaría el origen de algunos trastornos psicológicos.
Una emoción negativa sana como la preocupación puede transformarse en ansiedad. Cualquier situación que nos preocupa de manera saludable (como conseguir un trabajo o hacer un viaje de aventura, por ejemplo), puede convertirse en una fuente de ansiedad si nos centramos en lo difícil que resulta lograrlo o los conflictos que nos genera su búsqueda. Añadir la creencia irracional de que va a salir mal nos bloquea y genera una sensación de ansiedad que puede convertirse en patológica.
Los especialistas aportan varias sencillas recomendaciones que te ayudarán a prevenir la aparición de emociones desadaptativas y aumentarán tu bienestar. Destacarían:
1-Aceptar la incertidumbre. La vida cambia porque vivimos en un mundo incierto en el que no existen las verdades absolutas. Debemos ser conscientes de esta situación para afrontar los problemas de manera adaptativa.
2-Aumentar la flexibilidad. Resulta fundamental ser tolerante, flexible y estar abierta al cambio a todos los niveles.
3-Disfrutar de un adecuado sentido del humor. Fundamental en personas que se toman demasiado en serio a sí mismos, a los otros y a los eventos de la vida.
4-Mejorar tu diálogo interior. La forma en que te comunicas contigo misma es importante. Felicítate por lo que haces bien y no te castigues por lo que crees que has hecho mal.
5-Mostrar interés por uno mismo. El interés por uno mismo debe ser prioritario para evitar el daño que los demás puedan hacer. Esto no significa ser egoísta; simplemente se trata de priorizarte.
6-Potenciar la tolerancia a la frustración. Es fundamental entender que todos podemos equivocarnos o que es imposible conseguir todo lo que deseamos. Entender que es necesario aceptar lo que no se puede cambiar, es fundamental para poder sobrevivir de manera saludable.