La hernia discal cervical se produce en la zona cervical cuando un disco intervertebral se deteriora. Debido a esta alteración, el núcleo interno puede filtrarse hacia una parte debilitada situada en la zona externa del disco, provocando la aparición de la dolorosa hernia de disco.

El tratamiento de la hernia discal cervical debe pautarlo el médico. La mayor parte de los pacientes no necesitan cirugía. Inicialmente, suele recomendarse un tratamiento conservador que genera alivio de los síntomas a la mayoría de los pacientes en un período corto de tiempo (de cuatro a seis semanas). También puede indicarse el asesoramiento de carácter psicológico, entre otras opciones.

Entre las posibilidades de tratamiento de la hernia discal cervical recomendadas por los especialistas destacarían:

1-Aplicación de frío y calor en la zona cervical.

La terapia frío/calor suele resultar eficaz. Consiste en aplicar frío durante las primeras 24 a 48 horas tras el inicio del dolor. El frío ayuda a disminuir la circulación de la sangre lo que reduce la inflamación, los espasmos musculares y el dolor. Tras esas primeras 48 horas puede aplicarse calor, que aumenta la circulación sanguínea y ayuda a relajar los tejidos blandos.

Es importante tener en cuenta que no se debe aplicar hielo o calor de manera directa sobre la piel. Se recomienda envolver la fuente de frío o de calor en una tela y aplicarla un máximo de 15 a 20 minutos.

2-Fisioterapia.

Se aplican (solos o combinados) varios tratamientos no quirúrgicos para disminuir el dolor y aumentar la flexibilidad de la zona afectada (terapia frio/calor, ondas, masaje suave, estiramientos y tracción cervical, por ejemplo).

3-Tratamiento farmacológico.

Los medicamentos empleados suelen ser analgésicos para aliviar el dolor intenso de corta duración (dolor agudo), relajantes musculares para reducir los espasmos y antiinflamatorios para reducir la inflamación. En ocasiones se emplean antiinflamatorios no-esteroideos para reducir el dolor de leve a moderado porque mejoran la inflamación y el dolor. Cuando la intensidad de dolor es muy alta, puede administrarse un analgésico opioide.

4-Tratamiento quirúrgico

La cirugía se implementaría cuando el tratamiento conservador no alivia los síntomas o cuando existe una compresión de la médula espinal que debe ser liberada. Para aliviar el dolor de cuello y la presión sobre un nervio suele emplearse una cirugía en la que se realiza una extracción completa del disco y el implante de un dispositivo espaciador o de una prótesis. Esta cirugía se ejecuta en la parte anterior del cuello y suelen emplearse técnicas de invasión mínima.

Sea cual sea el tratamiento administrado suele recomendarse un tratamiento posterior activo en el que se incluyen gimnasia específica, ejercicios musculares y fisioterapia personalizada.