En más de una ocasión, todas hemos pensado estos días en ponernos manos a la obra y tratar de hacer torrijas. Y seguro que también hemos pensado, "demasiado complicadas", "como las de mi madre, ningunas". Pues seguro que es así, pero si quieres intentar que tus primeras torrijas se parezcan ...
En más de una ocasión, todas hemos pensado estos días en ponernos manos a la obra y tratar de hacer torrijas. Y seguro que también hemos pensado, "demasiado complicadas", "como las de mi madre, ningunas". Pues seguro que es así, pero si quieres intentar que tus primeras torrijas se parezcan a las de tu madre vamos a enseñarte unos pequeños trucos para que te queden perfectas.
Porque este o dulce, de origen humilde y elaboración sencilla, acepta numerosos acompañamientos y tiene casi tantas recetas como tradiciones existen a lo largo y ancho de nuestro país. De hecho, en los últimos años, la receta tradicional se ha ido adaptando a nuevos gustos y estilos de vida: desde la elaboración más saludable, gracias a la freidora de aire, o apostando por innovar en la preparación, por medio de ingredientes como el chocolate, las natillas o la miel.
Lo primero que tienes que tener en cuenta es el tipo de pan que vas a utilizar. Existen panes especiales para torrijas, que podrás encontrar en cualquier panadería, pero es cierto que este postre nació como una forma de aprovechar el pan que había sobrado del día anterior. De ahí que siempre se hayan elaborado con el pan que comemos de toda la vida. Eso sí, asegúrate de que tiene corteza fina y miga densa.
Respecto a la leche, lo ideal es darle un toque de sabor mediante canela en rama, la cáscara de una naranja e, incluso, un poco de azúcar. Para ello, debemos calentar la leche en un recipiente incluyendo, también, todos estos elementos que acabamos de comentar y apartar del fuego antes de que hierva. Después, déjala enfriar unos minutos antes de quitar la canela y la cáscara de la naranja (o lo que hayas incluido en la infusión). Una vez que hayamos empapado las torrijas en la leche infusionada, las dejamos reposar, alrededor de diez minutos, en una bandeja con un poco de profundidad para que absorba bien todo el sabor de la leche. Posteriormente, se pasan por huevo batido, asegurándonos de que todos los lados quedan cubiertos, y las freímos en aceite abundante. La temperatura adecuada es entre 170º y 180º, dependiendo de si usas aceite de girasol o de oliva.
Un truco para saber si el aceite ha alcanzado su temperatura es echar una cáscara de naranja. Si chisporrotea, es que el aceite está listo para freírlas torrijas. Por último, debemos "regar" las torrijas con miel o rebozarlas en azúcar y canela. El mejor momento para este paso final es cuando están recién fritas, para que absorban mejor el sabor.
Así que, si eres una apasionada de la cocina y de preparar todo tipo de dulces, vamos a enumerar unos sencillos trucos para conseguir una torrija deliciosa y esponjosa para sorprender a tus invitados estos días:
- Una torrija empapada en leche aromatizada es mucho más sabrosa. Podéis sustituir la piel de limón por piel de naranja, usar vainilla en lugar de canela en rama, anís estrellado, etc.
- El grosor de las rebanadas de pan importa, de ahí que sea aconsejable cortar rebanadas de unos dos centímetros.
- El pan empapa mejor si está ligeramente seco, de ahí que sea mejor que usemos pan que tenga uno o dos días. Asegúrate de voltear las rebanadas para que queden empapadas por ambas caras de igual manera.
- También debemos escurrir bien las torrijas al sacarlas del aceite, evitando que cojan mucha grasa. Para ello, debemos dejarlas reposar sobre papel absorbente durante un par de minutos.