El 2 de abril de 1805 nacía en Dinamarca, el escritor y poeta Hans Christian Andersen. Esta leyenda de la literatura infantil, autor de obras tan célebres y reconocidas como La Sirenita o El patito feo, dedicó su vida a contar historias que hicieran volar la imaginación de los más pequeños. Su legado ...
El 2 de abril de 1805 nacía en Dinamarca, el escritor y poeta Hans Christian Andersen. Esta leyenda de la literatura infantil, autor de obras tan célebres y reconocidas como La Sirenita o El patito feo, dedicó su vida a contar historias que hicieran volar la imaginación de los más pequeños. Su legado perdura hasta nuestros días, inspirando a generaciones de jóvenes lectores y dando origen a la celebración del Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil en la década de los 60.
Reconociendo la importancia vital de la lectura en el desarrollo cognitivo y emocional de los más pequeños, hay que fomentar la literatura infantil y juvenil, e incentivar la lectura entre los jóvenes. En palabras de Javier Sulleiro, psicopedagogo y desarrollador de producto en VTech, "La importancia de leer durante la infancia es inmensa, ya que sienta las bases para el aprendizaje a lo largo de la vida. Un buen libro es capaz de cultivar mentes curiosas y creativas".
Para cultivar el hábito de lectura desde una edad temprana, Sulleiro ofrece valiosos consejos, como leer en voz alta para mejorar la comprensión, convertir la lectura en un juego educativo y hacerla parte de la rutina diaria. Además, enfatiza en la importancia de permitir que los niños elijan libros que les interesen, pues este primer paso es fundamental para despertar su amor por la lectura.
La variedad de opciones de lectura es amplia y adaptada a las preferencias de cada niño. Desde libros basados en sus personajes favoritos de series de televisión hasta libros que ofrecen un aprendizaje interactivo con los que descubren el mundo por sí mismos.
Incluso desde una edad temprana, los libros para bebés son una excelente manera de estimular su desarrollo y aprendizaje. Son ideales para despertar su curiosidad y ofrecerles un sólido inicio en su viaje hacia la alfabetización.
Todas estas opciones son garantía de buena lectura y aprendizaje, aunque cada niño es único y puede tener diferentes intereses y ritmos. Lo más importante es que los padres y educadores conviertan la experiencia de la lectura en algo divertido y gratificante, creando así un vínculo positivo con los libros que perdurará toda la vida.