A raíz de datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, hemos podido saber el consumo de aceite de oliva en España. Según esta información ofrecida por el Gobierno de España podemos comprobar que el ingrediente estrella de la dieta mediterránea ha perdido mucho fuelle en los últimos ...
A raíz de datos publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, hemos podido saber el consumo de aceite de oliva en España. Según esta información ofrecida por el Gobierno de España podemos comprobar que el ingrediente estrella de la dieta mediterránea ha perdido mucho fuelle en los últimos años.
Algo de lo que destaca y presume España es de su dieta equilibrada, variada y saludable. Se trata de un factor del que pocos países pueden alardear. Sin embargo, en los últimos años se ha observado una tendencia a la baja del consumo de aceite de oliva. El que sería el ingrediente básico en toda receta de nuestra dieta cada vez se consume en menor cantidad en los hogares españoles.
De hecho, para hacernos una idea de la inmensa caída en la compra de este producto, en el 2010 se consumieron en los hogares españoles 446 millones de litros de aceite en todo el país. Esta cifra ha caído más de 100 millones en tan solo doce años, con lo que en 2022 se alcanzó la cifra históricamente más baja registrada en este periodo con un total de 335 millones de litros consumidos.
Si hubiera que extraer alguna cosa positiva de la pandemia y, concretamente, del confinamiento y de las medidas adoptadas posteriormente, sería la mejoría del uso de nuestro tiempo. Por lo general, los trabajadores y trabajadoras ya no tenían que hacer a duras penas desplazamientos a sus puestos de trabajo, lo que implicó evitar las largas colas atascados en el coche o los largos trayectos en transporte publico para poder realizar las labores. Tampoco, había que ir a recoger a los niños a la escuela ni realizar otro tipo de recados, puesto que la vida fuera de casa se vio más que limitada.
Pero no solo eso, sino que, el tener la mayor parte de la restauración cerrada o limitada, incitó a los hogares españoles a cocinar más y consumir menos comida preparada. Debido a estos factores, entre otros, el año 2020 sorprendió con un pico más que notable de un año al otro. Si en 2019 se habían consumido 355 millones de litros de aceite de oliva solo en los hogares españoles, en el año del confinamiento esta cifra alcanzó los 412 millones.
Sin embargo, los datos volvieron a caer en cuanto se reestableció la normalidad de nuevo. Así, en 2021 volvió a caer el consumo de aceite a los 357 millones de litros anuales.