En condiciones normales, el cabello crece una media de un centímetro y medio cada mes. Esta cantidad, que en una melena a lo Demi Moore puede pasar desapercibida, puede llegar a modificar esa onda frontal tan chic de un bob al mentón. Al mismo tiempo, no por ser discreta la ...
En condiciones normales, el cabello crece una media de un centímetro y medio cada mes. Esta cantidad, que en una melena a lo Demi Moore puede pasar desapercibida, puede llegar a modificar esa onda frontal tan chic de un bob al mentón. Al mismo tiempo, no por ser discreta la melena XL está exenta de cuidados, porque esas puntas rozan cada minuto con la espalda, los hombros, el pecho, la ropa, las manos que lo retiran de la cara... Y al contrario, un corte ´garçon´, por ejemplo, con flequillo no requiere ningún tipo de manipulación, además de ser un cabello prácticamente recién nacido. Angela Navarro nos da una guia -tijeras en mano- para busacar "nuestro momento".
"No son los ratones animados más famosos de la historia" bromean desde Ángela Navarro, sino el estilo más corto (el primero) de la galería de propuestas para olvidarse del pelo, y el corte a medio camino entre el ´pixie´ y el bob´ (un estilo Amélie, para hacerte a la idea). Estas dos propuestas, si bien son las más cómodas de todo el abanico capilar, requieren de un mantenimiento muy pulcro de tijera. Si has llevado el pelo muy corto, sabrás que en cuestión de un mes puede que empiece a perder su forma. Piensa que un corte de pelo es pura matemática y geometría, a lo que se añade que el cabello tiene vida propia, remolinos, y maneras distintas de ser peinado, además de que es sensible a la temperatura y a la humedad ambiental. Para estas dos opciones de cabello recomendamos revisitar la peluqueria una vez al mes.
Este corte, que se declina entre una largura a la altura del mentón y de los hombros (una vez que los toca, ya vira su nombre a melena) requiere de un buen mantenimiento, aunque puedes espaciarlo hasta mes y medio. La única salvedad que tienen es que los muy cortos pierden su frescura y ese halo francés cuando empiezan a crecer. Y los más largos, en cuanto el cabello crece y las puntas tocan los hombros viran hacia arriba, lo que no es muy bien recibido por muchas mujeres amantes de esa melena mítica a lo Uma Thurman en ´Pulp Fiction´ o Úrsula Corberó en ´La casa de papel´.
Si has encontrado ese estilo que te encanta, y de ahí no te piensas bajar en un tiempecito, relájate y anota tu cita en el calendario con la peluquería cada dos meses. Sigue tu rutina de acondicionador cada vez que te laves el cabello, mascarilla una vez a la semana, desenredarlo siempre en seco, utilizar herramientas protectoras del calor, sérum en las puntas, y ¡a correr!
Es curioso, pero las puntas de los cabellos rizados se protegen entre sí gracias a su propia morfología por lo que si lo cuidas con productos de peinado que hagan jugoso el rizo y lo protejan, puedes estar a salvo de mordiscos de tijera, siempre y cuando tu melena sea larga, durante cuatro meses. Si llevas un estilo corto o medio, esperar hasta dos meses es lo más recomendable.
Prueba la tijera porque sí. Aprovecha para hacerte ese corte que siempre deseaste. Busca entre tus carpetas de recuerdos, esas fotos, tuyas o de recortes, que te fascinaron, y llévalas a la pelu. Juega a sacar esa otra versiín de ti que a veces está escondida. Pocas cosas hay tan liberadoras.
Ubicados en cualquiera de las opciones anteriores, tanto si son rectos o se conectan con los laterales en un corte mariposa, por ejemplo, deben ser cuidadosamente mantenidos. Por eso, si no estás dispuesta a seguir un mantenimiento de acudir al salón de peluquería una vez al mes, te recomendamos no optar por el flequillo salvo que nos dejes proponerte uno de nuestros flequillos postizos, facilísimos de colocar, naturales como ellos solos, y que te mantendrán algo más de tiempo alejada de las tijeras.
En este caso, sabemos que tu prioridad absoluta es conseguir una melena de anuncio, así que te recomedamos que extremes las precauciones en cuanto a sus cuidados (como en el apartado anterior, pero el doble de todo). Tú sí te puedes permitir acercarte a la tijera cada tres meses.