Tras la Navidad y el Carnaval, regresa nuevamente la temporada de dulces tradicionales con la Semana Santa. Sin embargo, como no todos pueden comerlos o al menos en la versión en la que son característicos debido a intolerancias al gluten, la lactosa o simplemente por tener restringido el consumo de ...
Tras la Navidad y el Carnaval, regresa nuevamente la temporada de dulces tradicionales con la Semana Santa. Sin embargo, como no todos pueden comerlos o al menos en la versión en la que son característicos debido a intolerancias al gluten, la lactosa o simplemente por tener restringido el consumo de azúcar, hemos optado por seleccionar recetas aptas para este tipo de público. Pero en lugar de centrarnos en las torrijas, monas de Pascua, rosquillas o buñuelos, nos hemos decantado por otros postres que también son propios de estas fechas y que a menudo pasan desapercibidos en medio de la oferta disponible. Muchos de ellos se cocinan tanto en el Carnaval como en la Semana Santa.
Viajamos hasta Andalucía de la mano de los pestiños, unas pequeñas porciones de masa que se fríen en la sartén y cuyos extremos se juntan, adquiriendo una forma similar a la de una servilleta plegada. Se decoran con azúcar o con miel. En las torrijas lo que se aromatiza es la leche con la monda de naranja y la rama de canela, en el caso de estos dulces lo que impregna de aroma es el aceite. Su textura es crujiente. En el canal de YouTube de GLUTENDENCE explican el proceso de elaboración paso a paso.
(Para la decoración:)
Comienza aromatizando el aceite con la monda de una naranja en una sartén al fuego. Cuando empiece a calentarse, aparta el recipiente de la fuente de calor, añade el anís en grano y las semillas de sésamo. Luego vuelve a ponerlo al fuego y, pasados unos minutos, reserva. A continuación, coge un bol e introduce en él los almidones de maíz y de patata, la harina de trigo sarraceno, la goma xantana y la sal. Remueve todo bien con una cuchara y agrega el licor de anís, el zumo de naranja y el aceite aromatizado anterior (sin la cáscara), mezcla todo bien y prosigue amasando con las manos.
Una vez que compruebes que la masa no se pega a las manos, divídela en cuatro porciones, enharina la superficie de trabajo y forma una bola con el trozo de masa, estírala con el rodillo para darle forma cuadrada, recorta los bordes con un cuchillo y extrae los cuadrados. Repite el proceso con el resto de masa. Cuando tengas todos los cuadrados listos, junta los extremos para crear los pestiños. Mientras tanto pon una sartén al fuego con aceite abundante, ve añadiéndolos poco a poco, sumérgelos y fríelos por ambas caras. Colócalos sobre un plato con papel de cocina para que absorba el aceite sobrante. Finalmente, en un bol, vierte el agua caliente y añade un poco de miel. Remueve y baña los pestiños en esta mezcla.
Otro de los lugares que vamos a visitar a través del sentido del gusto Extremadura y Castilla La Mancha para conocer cómo preparan sus flores fritas. Para cocinar esta delicatessen tendrás que adquirir un molde especial para que la masa reproduzca este diseño tan llamativo. Al igual que el caso anterior, su textura es tan crujiente y ligera, que casi se deshace en el paladar. La receta es muy sencilla y se hace en un periquete. En Deseos Sin Gluten encontrarás todos los detalles. Puedes cambiar la leche por una sin lactosa y el azúcar por miel u otro edulcorante como el eritritol, tal y como indican en la lista de ingredientes.
Casca los huevos para un bol, incorpora el azúcar o eritritol, remueve y añade el anís, la leche, el agua y bate todo. Después, continúa tamizando las harinas e introdúcelas en el recipiente junto con el resto de ingredientes, remueve hasta que no queden grumos. Tapa el cuenco con papel film y deja reposar el preparado durante media hora. Seguidamente, pon a calentar el aceite en un cazo hondo con el molde de las flores en su interior, sumerge el molde en la masa y fríelo en el aceite hasta obtener la figura. Dórala por ambas caras y repite la operación con el resto de la mezcla. Luego, escurre tus flores en un colador y decóralas con miel.
La leche frita es otra de esas propuestas deliciosas que nos regala esta festividad y que suele prepararse en varias partes de España durante estas fechas. El proceso es bastante similar al de las torrijas, ya que también implica infusionar la leche, comparten ingredientes como el azúcar y la canela, y se requiere pasar por la sartén. Sin embargo, a diferencia de las torrijas, la leche frita no lleva pan, y la mezcla de leche y el resto de ingredientes se cuaja y corta en porciones antes de freírla. El resultado final es más esponjoso. En Cocina Abierta el reconocido chef Karlos Arguiñano explica detalladamente en este videotutorial cómo preparar este postre para que quede perfecto. Recuerda cambiar la leche por una sin lactosa u otra bebida vegetal, el azúcar por stevia u otro edulcorante y en vez de mermelada utiliza frutos rojos al natural.
Vierte un poco de leche en una cacerola, agrega una rama de canela, la monda de una naranja y la de una lima. Mientras se va haciendo aprovecha para preparar la mezcla. Para ello introduce dentro de un bol la harina de maíz, el azúcar, la leche sobrante y bate. A continuación, cuela la leche que tenías al fuego y pásala para el recipiente principal para después nuevamente llevarlo de nuevo a cocción. Remueve hasta que espese y cuando esto suceda, vuelca el preparado en una fuente y cúbrelo con papel film y procura que este llegue a tocar la mezcla para evitar que se forme una corteza. Déjala enfriar. Por último, córtala en porciones, rebózalas en harina y luego en huevo. Fríelas poco a poco. Puedes dejarlas así, o bien espolvorearles un poco de azúcar o edulcorante por encima y acompáñalas de frutos rojos.
Los engañabobos de Alonso son originarios de un pueblo de Huelva que lleva por nombre Alonso. Aunque también pueden encontrarse en otros lugares como Extremadura. Se presentan bajo un formato cuadrado, compacto y no son planos, sino que están algo inflados como si fuesen una patata suflé y ofrecen una textura hojaldrada. En Marebe sin sin sin los elaboran en un santiamén.
Vierte el aceite en una sartén y ponlo al fuego. Añade el anís, la monda de naranja y la de un limón, remueve con una cucharada de madera y cuando esté tostado, retíralo del fuego, cuela el aceite con ayuda de un colador y reserva. Después, echa las harinas en un cuenco, la panela y el aceite que tenías reservado. Mezcla todo y amasa con las manos o empleando una amasadora. Deja reposar la masa unos minutos. Espolvorea un poco de harina sobre la encimera y trabaja la masa, coge un trozo y estírala con el rodillo, retírale los bordes con un cuchillo, forma cuadrados y fríelos en la sartén hasta que hinchen, escúrrelos y ponlos sobre papel de cocina absorbente. Puedes dejarlos así o espolvorear panela, azúcar o bañarlos en una mezcla de miel rebajada con agua.
FOTO PRINCIPAL.: Imagen extraída del vídeo de YouTube titulado `Cómo hacer flores extremeñas sin gluten´, perteneciente al canal Deseos Sin Gluten.