Caracterizada por la pérdida involuntaria de orina y por un debilitamiento del suelo pélvico, es una realidad cotidiana para el 24% de las mujeres jóvenes, el 30-40% de mediana edad y el 50% de mujeres de más de 65 años. No solo tiene implicaciones físicas, sino que también está vinculada ...
Caracterizada por la pérdida involuntaria de orina y por un debilitamiento del suelo pélvico, es una realidad cotidiana para el 24% de las mujeres jóvenes, el 30-40% de mediana edad y el 50% de mujeres de más de 65 años. No solo tiene implicaciones físicas, sino que también está vinculada a numerosos problemas psicosociales, puesto que el bienestar físico, social y psicológico de una mujer se ve afectado negativamente.
A pesar de ser un problema común -como se ha demostrado-, la mayoría (69%) de las mujeres que experimentan episodios de incontinencia urinaria nunca han tratado la salud de su suelo pélvico con los profesionales sanitarios ni han intentado buscar ayuda. De ellas, 2 de cada 10 no lo hacen por vergüenza, y 4 de cada 10 piensan que sus síntomas son normales, después de experiencias como el parto o con la edad.
Estas ideas hacen que las mujeres no busquen información sobre la salud del suelo pélvico, lo que, en la mayoría de los casos, hará que aborden el problema de manera individual -o no lo aborden en absoluto-. De hecho, el 15% de aquellas que padecen alguna disfunción del suelo pélvico no pueden identificar ningún síntoma común asociado y, según la marca de tecnología femenina Elvie, el 46% no toman ninguna medida al respecto.
Muchas formas de incontinencia urinaria se pueden prevenir y abordar eficazmente a través de la realización regular de ejercicios del suelo pélvico, por lo que es mejor comenzar antes de experimentar cualquier síntoma. El objetivo es fortalecerlo progresivamente, integrando la musculatura perineal dentro del esquema corporal, recuperar el tono muscular y evitar posibles intervenciones quirúrgicas.
Estudios han demostrado que estos ejercicios pueden ayudar a lograr una reducción del 75 % en la incontinencia. Sin embargo, más de la mitad de las mujeres (55%) nunca los ha realizado, y casi una cuarta parte (23%) no sabe cómo hacerlos.
También conocidos como Kegels, estos ejercicios consisten en contraer y relajar los músculos que controlan la orina. Para su correcta práctica, existen dispositivos de biorretroalimentación de apoyo, como Elvie Trainer, que utiliza un sistema patentado de sensores de fuerza y movimiento para medir las contracciones del suelo pélvico. Además, al estar vinculado a una aplicación, proporcionan orientación y comentarios en tiempo real, asegurándose de que los ejercicios se están realizando correctamente y se elabora un seguimiento del progreso a medida que avanza.