Las frutas como la fresa, la pera y la manzana aportan una gran cantidad de fibra, un componente valioso para la salud, vitaminas (C y E), minerales y polifenoles, fundamentalmente. El melón, las uvas, la piña, las ciruelas y el pomelo aportan menos fibra, pero contienen otros componentes de gran ...
Las frutas como la fresa, la pera y la manzana aportan una gran cantidad de fibra, un componente valioso para la salud, vitaminas (C y E), minerales y polifenoles, fundamentalmente. El melón, las uvas, la piña, las ciruelas y el pomelo aportan menos fibra, pero contienen otros componentes de gran interés. Para disfrutar de una dieta sana se recomienda que la fruta sea de temporada y variada.
La fibra es la parte del alimento no digerible ni absorbible. La mayor proporción pasa por el tubo digestivo y forma parte de las heces. Se distinguen dos tipos de fibra, la soluble (que fermenta en la flora intestinal) y la insoluble (que no es fermentable a nivel intestinal). De manera general, se recomienda que el 75% de la ingerida sea insoluble y el 25% soluble.
La fibra soluble tiene un efecto prebiótico, ya que los polisacáridos son fermentables, por lo que aumenta la diversidad de la microbiota intestinal. También retiene agua y se gelifica durante la digestión, retardando el proceso y la absorción de nutrientes en el estómago e intestino, disminuyendo la velocidad de vaciado gástrico, aportando sensación de saciedad y reduciendo el pico de glucosa en sangre tras la comida. Además, genera menor absorción de grasa y un aumento de su eliminación por las heces, lo que aporta efecto hipolipemiante (aumentando el colesterol HDL y reduciendo el colesterol LDL) y reduce el peso corporal y el perímetro de la cintura. La fibra insoluble facilita el tránsito intestinal, lo que mejora el estreñimiento.
Entre las frutas ricas en fibra soluble destacarían la manzana y los cítricos. Las más ricas en fibra insoluble serían la pera, la fresa, la frambuesa, las moras y los higos. El plátano presenta más proporción de fibra soluble (cuando está más maduro) o insoluble (cuando está más verde).
No existen indicaciones específicas para la población sana en cuanto al mejor momento del día para tomar frutas. Pueden consumirse en cualquier momento del día y están indicadas a todas las edades.
Las personas que presentan alergias deben evitar su consumo, pero es importante diferenciar la existencia de una intolerancia a la fructosa o al sorbitol y se recomienda reintroducir las frutas de forma progresiva en función de la tolerancia para lograr, al menos, el consumo de una pieza de fruta cada día. A las personas diabéticas suele recomendarse realizar el mismo consumo de frutas que a la población general (mejor con el estómago lleno, después de las comidas principales, completas, evitando los zumos y con la piel). Las personas con alguna patología renal deberían evitar las frutas que contienen más cantidad de potasio (las tropicales) y elegir las de menor contenido (la manzana y la pera, fundamentalmente).