En Cataluña, se ha pasado de un 39 a un 33% de mujeres en cargos de dirección durante los últimos cuatro años. Una caída de seis puntos, según la actualización del estudio Indicadores de igualdad de género de Cataluña 2023 (2015, 2017 y 2020), elaborado por el Observatori Dona, Empresa ...
En Cataluña, se ha pasado de un 39 a un 33% de mujeres en cargos de dirección durante los últimos cuatro años. Una caída de seis puntos, según la actualización del estudio Indicadores de igualdad de género de Cataluña 2023 (2015, 2017 y 2020), elaborado por el Observatori Dona, Empresa i Economia (ODEE), de la Cambra de Comerç de Barcelona. El estudio analiza 26 indicadores para dar una visión de "360 grados" sobre la situación de la mujer en todos los ámbitos, incluso en los que destaca por encima del hombre. Así lo ha asegurado Carme Poveda, directora del ODEE, durante la presentación del informe en el Hub cambraDigital, de la Cambra de Comerç de Barcelona.
Grosso modo, no se detecta una reducción significativa de las desigualdades por razón de género en el mercado laboral. Las mujeres siguen soportando una importante brecha salarial por hora (13% en el año 2021) y firman la mayoría de los contratos a tiempo parcial (un 72% del total durante el año 2023). Es decir, tres de cada cuatro contratos parciales. "Esto explica parte de la brecha salarial del 20% en Cataluña, aunque yo añadiría algunos factores más", ha recalcado Carme Poveda. Para la directora del ODEE, se da una segregación horizontal. "Las mujeres acostumbran a trabajar en sectores -servicios, salud, cuidados, educación, etcétera- remunerados a la baja. Por el contrario, los hombres optan por sectores como el tecnológico y el industrial con salarios más altos", ha añadido.
Carme Poveda, directora del Observatori Dona, Empresa i Economia, durante la presentación del estudio. Foto: Cambra de Comerç de Barcelona.
El hecho de que haya menos directivas (segregación vertical) también contribuye a que perciban un salario más bajo. El porcentaje de féminas que desempeñan cargos técnicos e intermedios supone un 58% del total, por lo que están preparadas para ascender dentro de la empresa. No obstante, en realidad no sucede así, y las cifras lo dejan claro. Solo un 33% de ellas consigue promocionarse, especialmente en la empresa privada. Por último, existe un factor de discriminación por género, simplemente por ser mujer y en muchos casos madre, en opinión de la directora del ODEE.
Las mujeres están más preparadas y acumulan más conocimientos y competencias, a tenor del estudio. Un 58% de las estudiantes universitarias se licencia en Cataluña, porcentaje que crece un año tras otro. En cuanto a la presentación de tesis doctorales, el porcentaje es equitativo con sus compañeros, situándose en un 50%. "Me gustaría destacar que un 62% de las trabajadoras sigue formándose de forma continua. Por lo tanto, un 52% de las mujeres ocupadas tiene estudios superiores. La cuestión es si este talento femenino se aprovecha, en cantidad y calidad, dentro del mercado laboral", ha cuestionado Poveda. En este sentido, las féminas ya representan un 48% de la población ocupada. Pero sí hay precariedad porque trabajan menos horas a un ritmo poco intenso.
En particular, preocupan las desigualdades de género que se aprecian en el sector de las TIC (Tecnologías de la información y la comunicación) e Investigación y Desarrollo (R+D). Sectores con mucho peso en la economía y donde se van a crear más puestos de trabajo futuros. El estudio pone de manifiesto el bajo porcentaje de mujeres que cursan carreras de ingeniería y arquitectura (un 26%, tres puntos más que en el año 2015) y la baja ocupación femenina en el sector TIC (un 31%, por debajo del 33% del año 2020), así como la baja cuota de féminas entre el personal dedicado a R+D (34%) en el sector privado, mientras que en el público hay paridad. Parece ser que las mejores condiciones laborales (horarias, conciliación y estabilidad) tienen lugar en el sector público, principal catalizador de este talento femenino.
De izquierda a derecha: Marta Angerri, presidenta del ODEE; Josep Santacreu, presidente de la Cambra de Comerç (centro) y Carme Poveda, directora del ODEE.
Según Poveda, la dificultad para compaginar familia y trabajo es la responsable de que algunas mujeres no opten a un rol profesional destacado. "Estos cargos suelen exigir dedicación absoluta. Aquellas empresas que ofrecen flexibilidad horaria o teletrabajo cuentan con más directivas y ejecutivas en su plantilla", ha comentado, rotunda. Otras veces, la empresa no llega a captar ese potencial, por lo que hay un problema también de oferta y demanda.
Asimismo, las mujeres somos muy autoexigentes, cuando se abren procesos de selección. Si nos presentamos, queremos estar seguras de que cumplimos los requisitos exigidos. Por el contrario, los hombres son más lanzados, en opinión de la experta. Es vital que las empresas acompañen y promocionen el talento femenino. "Los equipos diversos son más rentables, desde el punto de vista económico. En conjunto, se aportan soluciones más innovadoras y creativas", ha recomendado.
Foto portada: Pixabay.