Junto con el aceite esencial de lavanda, el aceite del árbol del té es uno de los más utilizados gracias a sus innumerables y extraordinarias propiedades terapéuticas. Perteneciente a la familia de las mirtáceas, es originario de Australia, aunque, hoy en día, también se cultiva en otros países como Nueva ...
Junto con el aceite esencial de lavanda, el aceite del árbol del té es uno de los más utilizados gracias a sus innumerables y extraordinarias propiedades terapéuticas. Perteneciente a la familia de las mirtáceas, es originario de Australia, aunque, hoy en día, también se cultiva en otros países como Nueva Zelanda y Zimbabwe. Se trata, sin duda, de uno de los antisépticos naturales más potentes que se encuentran en la naturaleza, además de tener propiedades antifúngicas y antibióticas, por lo que resulta ideal para tratar infecciones de la piel, las uñas, el pie de atleta y sirve para calmar síntomas como la inflamación o el ardor.
Al tener un característico e inconfundible olor, algo fuerte, suele aplicarse por vía tópica y como se oxida con facilidad será necesario conservarlo en un lugar fresco o, incluso, en la nevera. Su nombre científico es Melaleuca alternifolia y es una planta pequeña, de flores blancas de gran aroma, con hojas angostas. Está constituido por más de 100 compuestos, principalmente monoterpenos, sesquiterpenos y sus alcoholes, entre los que destacan principios activos como el terpineol (35%) y el cineol (4%), responsables de esta acción antiséptica por la que es conocido este aceite esencial.
- Acné y granitos ocasionales: para tratar el acné o los antiestéticos granitos de la cara, tan solo es necesario aplicar directamente sobre el granito con un bastoncillo de algodón 3 veces al día.
- Pequeños cortes o heridas: basta con aplicar directamente sobre la lesión varias veces al día. Cuando se haya formado la costra aplicar diluido en un aceite base.
- Hongos en las uñas de los pies y pie de atleta: dos veces al día aplicar este aceite esencial masajeando durante dos minutos, mientras que en el caso del pie de atleta será necesario mezclar cinco gotas con una cucharada de aceite de almendras y masajear.
- Picaduras de mosquitos u otros insectos: las personas propensas a que les piquen los mosquitos (sobre todo en verano), tienen en este aceite esencial su mejor aliado. Basta aplicar sin diluir en el área afectada.
- Psoriasis, dermatitis, alergias: basta con diluir diez gotas en una cucharada de aceite base, de jojoba o de almendras dulces, y aplicar sobre la zona directamente tres veces al día.
- Verrugas: aplicar el aceite por la noche sin diluir y cubrir con un apósito, y lo destapamos al día siguiente. Debemos repetir este proceso hasta que la verruga desaparezca.
- Resfriados, congestión nasal o tos: para aliviar estos síntomas propios de los meses de frío nada mejor que hacer vahos durante 10 minutos con una mezcla de agua caliente y 10 gotas de aceite de té un par de veces al día, o bien poner unas gotas de este aceite esencial en un humidificador para descongestionar. También se pueden dar masajes en el pecho y en la espalda para aliviar la tos.