El insomnio es una de las afecciones más comunes en la sociedad actual, y es que este trastorno del sueño afecta hasta una tercera parte de la población mundial. Las largas noches en vela, el sinfín de pensamientos volando hasta altas horas de la madrugada o la desesperación al no ...
El insomnio es una de las afecciones más comunes en la sociedad actual, y es que este trastorno del sueño afecta hasta una tercera parte de la población mundial. Las largas noches en vela, el sinfín de pensamientos volando hasta altas horas de la madrugada o la desesperación al no poder conciliar el sueño no son las únicas consecuencias que derivan de este trastorno, sino que pueden derivar en problemas mucho mayores.
Los efectos más comunes en el día a día que derivan del insomnio son la disminución de la concentración, falta de energía física, cambios de humor frecuentes y mayor irritabilidad. Estos síntomas son especialmente comunes en el insomnio agudo, el cual viene asociado a picos de estrés o problemas personales y que al final, se terminan resolviendo.
Sin embargo, el 60% de estos casos tienden a convertirse en insomnio crónico y las consecuencias pueden ser mucho peores. Estamos ante un mayor riesgo de sufrir enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardíacas o trastornos severos del estado de ánimo.
Para entender el insomnio hay que tener en cuenta que influyen diversos factores como el estrés, el consumo elevado de café o alcohol, preocupaciones personales, una dieta inadecuada o el cambio estacional. Por otro lado, el cuerpo humano se va adaptando a los cambios de estación lo que hace que en invierno necesitemos más horas de sueño y menos en verano. En este sentido también afecta el cambio de hora, puesto que hay más horas de claridad y los termómetros comienzan a subir.
Para ganarle la batalla al insomnio esta primavera, compañías como Kneipp proponen una rutina de autocuidado que empieza por cambios tan sencillos como establecer una rutina de sueño en la que todos los días nos vayamos a dormir y despertemos a la misma hora, cuidemos nuestra alimentación, evitemos ingerir alimentos antes de dos horas de ir a la cama, limitemos la ingesta de cafeína y alcohol y nos apoyemos en complementos alimenticios.