El ácido láctico se está convirtiendo últimamente en uno de los ingredientes favoritos entre los expertos. Conocido como alfa hidroxiácido o AHA, ha ganado popularidad y está presente en muchos productos y tratamientos, pero ¿qué es exactamente el ácido láctico y qué beneficios tiene para piel? Continúa leyendo para conocer más ...
El ácido láctico se está convirtiendo últimamente en uno de los ingredientes favoritos entre los expertos. Conocido como alfa hidroxiácido o AHA, ha ganado popularidad y está presente en muchos productos y tratamientos, pero ¿qué es exactamente el ácido láctico y qué beneficios tiene para piel?
Continúa leyendo para conocer más sobre cuándo aplicarlo y cómo introducirlo en tu rutina de cuidado facial.
El ácido láctico es un AHA (alfa hidroxiácido) se encuentra naturalmente en la leche. Y como probablemente sabrás, se cree que la mismísima Cleopatra solía bañarse en leche para disfrutar de los beneficios del ácido láctico y mantener una piel con un aspecto saludable.
En comparación con otros AHA (como el ácido glicólico), el ácido láctico es mucho más suave para la piel, lo que lo convierte en un ingrediente para pieles sensibles a la hora de exfoliar, limpiar y purificar.
El ácido láctico, un exfoliante natural, renueva la piel para lograr un cutis más brillante, suave y con un tono más uniforme. Es decir, es una buena opción si necesitas un producto que cumpla una triple función: exfolia, hidratar y antiedad.
En primer lugar, como todos los AHA, el ácido láctico tiene propiedades exfoliantes, lo que ayuda a acelerar la renovación de las células de la piel y mejorar la textura general de la piel.
Del mismo modo, el ácido láctico usado en el cuidado de la piel ayuda a mejorar los niveles de retención de humedad, optimizando la capacidad de la piel para mantenerse hidratada.
Y como plus, el ácido láctico también estimula la producción de colágeno, ayudando a reafirmar la piel y mejorar los signos del envejecimiento.
Es, en suma, un ingrediente muy versátil con el que al mismo tiempo reducirás los poros abiertos, combatirás la aparición del acné y eliminarás las células muertas. Todo ello, siendo apto para pieles sensibles que no toleran otro tipo de ácidos.
Hay varias formas de introducir ácido láctico en tu rutina de cuidado de la piel. Los expertos, por lo general, recomiendan comenzar con una aplicación semanal. Luego, a medida que la piel se acostumbra al ingrediente, se pueden aumentar las aplicaciones progresivamente para adaptarlas al tipo de piel.
Eso sí, cuando uses ácido láctico por primera vez, es aconsejable comenzar aplicando fórmulas suaves con un porcentaje bajo de AHA, para evitar abrumar la piel o causar irritación. Más adelante, para obtener los mejores resultados y beneficios es recomendable su aplicación durante tres días a la semana.