Los especialistas aportan una serie de recomendaciones para mantener una espalda fuerte y saludable y prevenir el dolor a este nivel entre las que destacarían: 1-Consultar a tu médico cualquier duda que se te plantee. Conocer las características de tu lesión si ya la presentas también es fundamental para poder prevenir ...
Los especialistas aportan una serie de recomendaciones para mantener una espalda fuerte y saludable y prevenir el dolor a este nivel entre las que destacarían:
1-Consultar a tu médico cualquier duda que se te plantee. Conocer las características de tu lesión si ya la presentas también es fundamental para poder prevenir la aparición del dolor.
2-Desarrollar fortaleza y flexibilidad a nivel muscular. Los ejercicios recomendados para los músculos del abdomen y de la espalda (encargados de controlar la zona media del cuerpo) ayudan a desarrollar estos músculos y aumentar su capacidad para poder funcionar como una faja natural que protege la espalda. Conseguir flexibilidad en las caderas y en la parte superior de las piernas facilita la alineación de los huesos pélvicos para mejorar la posición de la espalda. Es fundamental que los profesionales de la salud especifiquen los ejercicios adecuados de manera personalizada para lograr los objetivos planteados.
3-Disfrutar de un peso saludable. El sobrepeso genera una presión inadecuada sobre los músculos de la espalda. Cuando existe sobrepeso, puede recomendarse adelgazar para ayudar a prevenir el dolor de espalda.
4-Mantener una correcta higiene postural y utilizar el cuerpo de manera adecuada para evitar generar una presión inadecuada sobre la espalda. En este sentido se recomienda mantener una postura adecuada (no encorvarse y conservar una posición pélvica neutra para reducir el estrés ejercido sobre los músculos de la espalda) y sentarse de manera correcta (el asiento debe tener un buen apoyo para la espalda, apoyabrazos y una base adecuada, si es preciso se puede colocar un almohadón o una toalla enrollada en la zona lumbar para ayudar a conservar su curvatura normal, se deben mantener las rodillas y las caderas al mismo nivel sin desequilibrios y cambiar de posición con frecuencia, al menos cada treinta minutos).
5-Practicar ejercicio. Realizar de manera regular actividades aeróbicas de bajo impacto (como caminar o nadar, por ejemplo) mejora la fuerza, la resistencia y la funcionalidad de todos los grupos musculares. Es importante consultar con los profesionales de la salud qué actividades son las recomendadas para cada caso concreto y personalizarlas para evitar movimientos que puedan provocar lesiones.
6-Se debe evitar, siempre que sea posible, levantar cosas demasiado pesadas. La mejor opción es pedírselo a otra persona o hacerlo de manera conjunta cuando se trata de levantar un objeto pesado o incómodo. Cuando todo dependa de ti y sea imprescindible levantar el objeto, debes colocarlo cerca del cuerpo y centrarte en que son las piernas las que deben hacer el trabajo, no la espalda. Coloca la espalda recta y dobla solamente las rodillas, evitando inclinarte hacia delante.