"Numerosos estudios demuestran que los microbrotes pueden contener hasta 40 veces más nutrientes que las plantas maduras". Así lo aseguran desde Brotàlic, empresa con casi ocho años de historia, dedicada a la producción y cultivo de microbrotes en su nave situada en Molins de Rei (Barcelona). Es decir, plantas jóvenes, ...
"Numerosos estudios demuestran que los microbrotes pueden contener hasta 40 veces más nutrientes que las plantas maduras". Así lo aseguran desde Brotàlic, empresa con casi ocho años de historia, dedicada a la producción y cultivo de microbrotes en su nave situada en Molins de Rei (Barcelona). Es decir, plantas jóvenes, entre 10 o 15 días de crecimiento, muy nutritivas y con cualidades organolépticas excepcionales: "En general, tienen un sabor muy concentrado y una textura muy suave en boca. Mucha gente no los conoce, aunque son muy populares en restauración", admite Eduard Pla, gerente y fundador de Brotàlic.
Esta empresa barcelonesa produce dos gamas de productos: la primera a base de microbrotes vivos aromáticos en pequeñas macetas sin tierra; la segunda se compone de microbrotes cortados y envasados. Los primeros crecen sobre un sustrato de fibra natural que se cortan cuando se consumen; los segundos suelen ser mezclas de diferentes variedades. Por ejemplo, los Mamma Mia nos trasladan a tierras italianas gracias a sus brotes de rúcula, kale negra y col lombarda. Los Oishii aportan una intensa mezcla de sabores orientales, ligeramente picantes, gracias a la acelga china pak choi, la mizuna y el rábano daikon.
En la imagen, las dos gamas de microbrotes de Brotàlic.
Los microbrotes -de albahaca, rúcula, cilantro, brócoli, guisante, cebollino, remolacha, mizuna, kale, col lombarda, rábano daikon, apio, Greek Cress, albahaca genovesa, shiso púrpura y verde y pak choi, entre otros- se suelen consumir crudos para aprovechar al máximo sus propiedades.
Cada vez hay más empresas y startups que optan por cultivos eficientes y ecológicos (sin pesticidas). Es el caso de Brotàlic, cuyo equipo emplea una técnica innovadora en su nave de Molins de Rei: hidroponía vertical. "Hablamos de un cultivo -precisa Pla- que no necesita tierra y se coloca en bandejas en posición vertical. En un entorno controlado generamos todas las condiciones óptimas para lograr unos brotes perfectos: temperatura, humedad, horas de luz, fertilizante y agua con la que regarlos". Para ello, se sirven de lámparas LED que gastan menos energía y crean espectros lumínicos adecuados para cada planta.
Vista de las instalaciones de Brotàlic en Molins de Rei. Se puede ver el cultivo hidropónico vertical, eficiente y sostenible. Foto: Brotàlic.
Por otra parte, en Brotàlic emplean una solución líquida de fertilizante ternario o NPK (nitrógeno, potasio y fósforo). Estos abonos son ricos en nitrógeno y otros microelementos que favorecen el crecimiento de las plantas. ""Nuestro sistema de riego cerrado recicla y utiliza un 95% menos de agua que el cultivo tradicional. Las plantas tienen todo lo que necesitan sin depender de condiciones externas", añade.
El hecho de ser brotes muy tiernos y suaves hace que combinen con cualquier receta, en opinión del fundador de Brotàlic. Por ejemplo, las mezclas de microbrotes, más decorativas, pueden ser la base de cualquier elaboración. Ya sea como ingrediente de cualquier ensalada o crema de verduras. También funcionan muy bien acompañando un plato de salmón o dándole el toque final a una deliciosa tostada. Los microbrotes no pueden faltar en delicatessen como el tartar de salmón o de atún. "A mí me encantan variedades aromáticas como la albahaca, el cilantro o el shiso. Este último es una variedad japonesa, similar a la albahaca, que marida genial con un plato de pescado", recomienda. Para los amantes de la carne, Pla sugiere los brotes de mostaza. "En lugar de comprar un bote de mostaza, cortas los brotes. ¡Son la bomba!", exclama.
El cilantro, uno de los preferidos de Pla, encaja con platos mejicanos, sobre todo de frijoles, huevos, quesos y pescados. La rúcula es idónea en tablas de quesos, ensaladas, pastas y pizzas. Por último, la albahaca púrpura aporta una nota de color a los platos de pasta y puede refrescar un cóctel de fresa o naranja. En definitiva, pequeños gigantes hacen que cada bocado sea una experiencia culinaria única. "Os animamos a crear platos brotales y descubrir el lado más creativo de la cocina", dice.
Foto receta portada: @nana_negrobcn.