Disponible en serums, cremas o contornos de ojos, el retinol es un derivado de la vitamina A y una fórmula indispensable antiedad y antiacné. De ahí que todos los especialistas en cosmética estén de acuerdo en que su uso prolongado ayuda a combatir la celulitis y como reafirmante para todo el cuerpo. Con la primavera a la vuelta de la esquina y pensando ya en sacar los pantalones cortos y las minifaldas, ahora que se acercan las vacaciones de Semana Santa y los destinos de playa son los más solicitados, una de nuestras mayores preocupaciones es la odiosa celulitis. En este sentido, el retinol es uno de los mejores ingredientes para ayudarnos a lucir unas piernas tersas, suaves y firmes.

Porque entre los superpoderes del retinol destacan que promueve la síntesis de colágeno y mantiene la piel libre de grasa, permite luchar contra la melanina, combate y trata las manchas, además de resultar muy efectivo contra las cicatrices, el acné y el envejecimiento. Toda una serie de beneficios que el retinol aporta a nuestro cuerpo que hacen que sea uno de los ingredientes más buscados a la hora de elegir una determinada cosmética. Eso sí, debemos empezar a usarlo de manera progresiva porque, en determinadas pieles, puede causar irritación. Por ello los expertos aconsejan aplicarlo tres o cuatro días por semana, mejor por la noche, ya que, de noche, la piel experimenta procesos de renovación.

Ventajas de usar retinol

El retinol es un activo que tiene muchísimos beneficios aplicado en la piel del rostro, para combatir machas, imperfecciones y signos de la edad. Pero, a nivel corporal, también ha demostrado sus múltiples ventajas. Vamos a ver algunas de ellas.

- Combate la flacidez: al estimular las proteínas que dan estructura a la piel, ayuda a evitar la destrucción de colágeno, lo que permite retrasar la aparición de la flacidez y lograr una piel más tersa.

- Efecto despigmentante: aplicado en hombros, escote y brazos, por ejemplo, el retinol es ideal para difuminar las manchas típicas que aparecen por una prolongada exposición al sol.

- Refina la textura de la piel, por lo que ayuda a combatir las arrugas corporales, que pueden aparecer en zonas como el cuello, el pecho o la zona abdominal. La apariencia de piel se vuelve más firme y suave, aportando también más luminosidad.

- Aumenta la síntesis del colágeno, así como de la fibronectina y elastina, proteínas que dan estructura a las células de la piel.