Según Nuggela & Sulé, es una acción que se hace una media de 150 veces al año. Teresa Climent, licenciada en Farmacia y Technical Manager de Nuggela & Sulé nos descubre los `pecados´ capilares a la hora de lavar el cabello. ¿Por qué no lo hacemos correctamente? Champús menos naturales Nuestro pelo ...
Según Nuggela & Sulé, es una acción que se hace una media de 150 veces al año. Teresa Climent, licenciada en Farmacia y Technical Manager de Nuggela & Sulé nos descubre los `pecados´ capilares a la hora de lavar el cabello. ¿Por qué no lo hacemos correctamente?
Nuestro pelo puede también estropearse si no lo cuidamos y no usamos los productos adecuados.
Según la experta, solemos utilizar champús con gran cantidad de agentes químicos y esto quiere decir que no son naturales.
Aunque puede parecer que el cabello queda suave e hidratado, con tales champús podemos estropearlo al paso del tiempo. por esto se recomiendan usar formulaciones suaves y respetuosas con el ecosistema capilar.
Es algo más prácticos que hacemos a la hora de lavarlo para no tener que desenredar posteriormente. Al parecer no es algo correcto.
Siempre que el pelo esté mojado entonces podemos romperlo con mayor facilidad. La experta aconseja entonces desenredarlo mejor en seco, con ayuda de un cepillo, y antes de lavarlo.
Solemos pensar que, si usamos gran cantidad de producto, nuestro pelo lucirá mejor. Pero no siempre es así, porque si abusamos de ello, el pelo se estropea.
Además estarás más rato para aclararlo. Teresa Climent comenta que la dosis que debemos usar sería el tamaño de una nuez para melenas largas y una avellana en el caso de media melena o pelo corto.
Claro hay que aplicarlo sobre la cabeza pero no cómo nos pensamos. Pues la manera correcta es extenderlo primero sobre las manos, es decir, no sobre el cuero cabelludo de forma directa, y masajearlo unos segundos antes de pasar al cabello para activar la fórmula.
La experta indica que no es necesario dar este paso, puesto que lo ideal es masajear al menos tres minutos para activar de paso la circulación sanguínea.
Y dejaremos que el resto del cabello se limpie con la espuma que va cayendo por medios y puntas, sin añadir más champú.
El champú, la crema mascarilla, el acondicionador… tenemos tantos productos para el pelo que nos hacemos un lío.
Por esto aunque creamos que todo esto es suficiente, resulta que con una sola aplicación de champú no es correcto. Hay que repetir la aplicación dos veces: la primera como gesto de limpieza para retirar la suciedad y la segunda como gesto cosmético para que el cabello se beneficie de los activos del champú. Así de fácil y simple. Sin pasarnos con la cantidad como hemos visto anteriormente.
En invierno solemos tener más frío y no se nos ocurre abrir el grifo de agua fría para ducharnos. Pero el agua caliente no es tan buena para nuestro cuerpo y pelo.
Lo ideal es hacerlo con abundante agua templada y finalizar con agua fría para conseguir un extra de brillo y que las puntas queden selladas.
Una vez salimos de la ducha nos secamos con la toalla de cuerpo y con la más pequeña sobre el pelo.
Pues no parece ser correcto del todo. Debemos entonces hacerlo con cuidado y no frotar el cabello con la toalla. Si lo hacemos esto puede entonces dañar la cutícula del cabello apareciendo el temido encrespamiento y las puntas rotas.
Lo mejor es poder presionar suavemente el cabello con una toalla para absorber el agua o también puedes usar toallas de microfibra.