La polifacética Marián García, conocida como Boticaria García, ha lanzado un nuevo libro titulado `Tu cerebro tiene hambre´ en el que analiza los diferentes tipos de hambre a los que estamos sometidos: el hambre en general, la emocional, la ambiental, la hormonal y aquella que te aborda como una montaña ...
La polifacética Marián García, conocida como Boticaria García, ha lanzado un nuevo libro titulado `Tu cerebro tiene hambre´ en el que analiza los diferentes tipos de hambre a los que estamos sometidos: el hambre en general, la emocional, la ambiental, la hormonal y aquella que te aborda como una montaña rusa en un parque de atracciones, aportándonos pequeñas pistas para poder escuchar a nuestro cuerpo, saber qué es lo que demanda en cada momento y establecer una relación sana con él para que podamos tomar el control sin que nos sintamos atraídos por la persuasión, pudiendo "perder grasa y ganar en salud", como bien se expone en su título. García busca mediante este manual acabar con los prejuicios relacionados con el sobrepeso y la obesidad porque no siempre el intentar bajar de peso y no lograrlo es por "la falta de voluntad", sino que intervienen otros condicionantes, según señalan en la descripción del libro en la página web de Planeta de Libros, como pueden ser "tus adipocitos inflamados, tu microbiota revolucionada, tus músculos tristes, tu cerebro hambriento, tus genes ahorradores o el dichoso cortisol", que echan por tierra el objetivo inicial.
Esta publicación está narrada con el estilo tan característico que distingue a la profesional. Con un punto de vista divulgativo, cercano, y sin perder el componente humorístico, consigue que la lectura de la obra te invite a querer saber más a medida que avanzas por sus capítulos. En sus primeras páginas la autora profundiza en los modelos de hambre que existen porque no es lo mismo aquella necesidad que sentimos de comer algo cuando nuestro estómago nos lo indica con insistencia, es lo que García llama como `hambre-hambre´, que la que se produce cuando estamos en una situación de estrés constante y demandamos comida a pesar de estar saciados, a lo que ella se refiere como `hambre emocional´. Tampoco es lo mismo que la atracción que sentimos cuando pasamos por delante de una pastelería o restaurante y el olor de comida incita a comer, a lo que ella llama `hambre ambiental´.
El objetivo es que el usuario pueda encontrar otras alternativas saludables que le generen dopamina, sin tener que recurrir a los alimentos ricos en azúcares o a la sal. Practicar ejercicio físico, tocar un instrumento o meditar están entre sus propuestas. Las hormonas tienen parte que ver en esta historia, ya que el estrés actúa como un terremoto para el organismo y hace que el cortisol se descompense, provocando que "tengamos hambre cuando no toca". Al estar en valores altos lo que se consigue es que comamos lo que comamos sigamos sintiendo la necesidad de que tenemos que seguir comiendo. De modo que, con el estrés acechando y los niveles de cortisol por las nubes, se incrementa la presencia de grasa en el cuerpo, tal y comenta la experta.
FOTO PRINCIPAL.: Portada del libro `Tu cerebro tiene hambre´ de Boticaria García. Imagen extraída de la página web de Planeta de Libros.