Las alcaparras son las flores de la alcaparra, denominada botánicamente Capparis spinosa, una planta originaria de Asia que se ha extendido por varios países mediterráneos. Se cultiva principalmente en Francia, Italia y España, existiendo plantaciones, también, en Argelia y California. De esta misma planta proceden los alcaparrones, los frutos inmaduros ...
Las alcaparras son las flores de la alcaparra, denominada botánicamente Capparis spinosa, una planta originaria de Asia que se ha extendido por varios países mediterráneos. Se cultiva principalmente en Francia, Italia y España, existiendo plantaciones, también, en Argelia y California. De esta misma planta proceden los alcaparrones, los frutos inmaduros y de mayor tamaño que las alcaparras, en cuyo interior se encuentran las semillas. A pesar de que su forma y color puedan recordarte a las aceitunas, su sabor es diferente y más fuerte y también son distintas en lo que se refiere a su valor nutricional.
En su composición química destacaría que aportan muy pocas calorías (aproximadamente 26 por cada 100 gramos) y la presencia de agua (hasta un 85% del peso total). Contienen proteínas, hidratos de carbono, fibra, vitaminas (A, C, K y E), minerales (calcio, potasio, hierro y magnesio) y flavonoides, fundamentalmente.
Las alcaparras suelen consumirse encurtidas en una solución de vinagre y sal o curadas en sal. El método de encurtido es el más común, pero la curación empleando sal exclusivamente es más apreciada por muchos consumidores debido a que se evita el sabor a vinagre. Es importante tener en cuenta que, aunque su consumo aporte ciertos beneficios, es necesario considerar la cantidad de sal que contienen y no abusar de ellas. Las personas con hipertensión, insuficiencia cardíaca o enfermedades renales, especialmente, deberían no abusar del consumo de alcaparras con alto contenido en sal.
Las alcaparras forman parte de numerosas recetas de cocina de países diferentes. La cocina italiana las emplea para elaborar pizzas, pasta, ensaladas, pescados o carnes, la cocina francesa las utiliza para hacer tapenade combinándolas con aceitunas negras y anchoas y la cocina escandinava las emplea para preparar salsa tártara y las utiliza en la conservación de pescados (como el salmón, el bacalao, la trucha, los arenques, el atún o el bonito). También su uso está aumentando en España, Venezuela, Colombia y Argentina, entre otros lugares.
Las alcaparras pueden considerarse un ingrediente interesante para añadir a las recetas habituales y aportar un sabor amargo, ácido y fresco a los platos. Debido a su intenso sabor, una pequeña cantidad será suficiente y pueden encajar bien en platos como la paella, con verduras como la coliflor o el repollo, con pescados como el bacalao o el salmón, para preparar una ensalada de ahumados con vinagreta de alcaparras y para dar un toque especial a la ternera o al conejo, por ejemplo, añadiendo una salsa elaborada con alcaparras. Los alcaparrones podrían utilizarse como aperitivo en dietas hipocalóricas, por ejemplo, como sustitutos de otros alimentos que aporten más calorías.