La Escherichia coli (E. coli) es un microorganismo que, de hecho, forma parte de la microbiota (o flora bacteriana) de nuestro intestino. No solo no es peligrosa, sino que nos ayuda a absorber algunas vitaminas para que luego pasen al resto del organismo.Si bien muchas cepas de la bacteria E. ...
La Escherichia coli (E. coli) es un microorganismo que, de hecho, forma parte de la microbiota (o flora bacteriana) de nuestro intestino. No solo no es peligrosa, sino que nos ayuda a absorber algunas vitaminas para que luego pasen al resto del organismo.Si bien muchas cepas de la bacteria E. coli son inofensivas, algunas pueden causar enfermedades y ser motivo de preocupación, ya que pueden causar infecciones en el aparato digestivo y urinario.
La bacteria E.Coli puede transmitirse de diferentes maneras
Los síntomas de una infección por E. coli pueden variar, pero comúnmente incluyen:
Estos síntomas pueden aparecer de manera gradual o súbita, y su intensidad variará de una persona a otra. Es esencial destacar que, en casos más severos, la infección por E. coli puede conducir a complicaciones graves, por lo que buscar atención médica ante los primeros signos de la enfermedad es crucial para un tratamiento adecuado y una pronta recuperación.
Consejos para evitar la infección por E.coli
Lávate las manos a conciencia: El lavado regular y completo de manos, especialmente después de usar el baño, antes de preparar alimentos y después de estar en contacto con animales, es un método efectivo para evitar la propagación de E. coli.
Manipula de forma segura los alimentos: Cocina la carne de res y otros alimentos de origen animal de manera completa y adecuada. Evita la contaminación cruzada separando carnes crudas de otros alimentos y utilizando utensilios diferentes para su preparación.
Asegúrate de beber agua potable segura: Si no estás seguro de la calidad del agua, opta por agua embotellada o trata el agua antes de consumirla.
Evita el consumo de alimentos crudos o poco hechos: Reduce el riesgo de infección al evitar el consumo de carne cruda o poco cocida, como el tartar de carne. Asimismo, evita la leche sin pasteurizar y los productos lácteos elaborados con ella.
Limpia y desinfecta las superficies de la cocina regularmente: Limpia a conciencia la cocina, especialmente después de manipular alimentos crudos. Presta atención a utensilios, tablas de cortar y áreas de preparación.
Lava a fondo frutas y verduras antes de consumirlas: Esto ayuda a eliminar posibles contaminantes superficiales.
Evitar el contacto con personas que puedan estar infectadas: Si conoces a alguien que está infectado con E. coli, evita el contacto cercano, especialmente si esa persona ha tenido diarrea recientemente.
Viajar con precaución: Al viajar, ten precaución con la procedencia de los alimentos y agua. Opta por opciones seguras y evita consumir productos de dudosa calidad.