En España, se estima que aproximadamente una de cada seis parejas en edad reproductiva tiene problemas para tener hijos. Afortunadamente, gracias a los recientes avances tecnológicos, actualmente mujeres y parejas con problemas de fertilidad pueden cumplir el sueño de convertirse en madres y padres a través de la medicina reproductiva, ...
En España, se estima que aproximadamente una de cada seis parejas en edad reproductiva tiene problemas para tener hijos. Afortunadamente, gracias a los recientes avances tecnológicos, actualmente mujeres y parejas con problemas de fertilidad pueden cumplir el sueño de convertirse en madres y padres a través de la medicina reproductiva, ya sea con gametos (óvulos o espermatozoides) propios o de un donante. Sobre esto, Jessica García Cataño, médico especialista en fertilidad de las clínicas Ginefiv, asegura que "los avances logrados en los últimos años no habrían sido parcialmente posibles sin la participación de donantes, tanto de óvulos como de semen; ya que la donación de gametos no solo ofrece la oportunidad de realizar diversos tratamientos de reproducción asistida a parejas que no tienen la capacidad de conseguir un embarazo de manera espontánea, sino también a familias mono u homoparentales femeninas".
Sin embargo, pese a ser una práctica importante y habitual en las clínicas de reproducción asistida, todavía existen múltiples mitos falsos alrededor de la donación de gametos. Con el objetivo de combatir esta desinformación, García Cataño desmiente y aclara algunos de los mitos más extendidos.
Según la especialista en fertilidad de las clínicas Ginefiv, este tipo de donación no limita la capacidad de la mujer para tener hijos a futuro ni compromete su reserva ovárica, cuyo número de ovocitos es definido desde el nacimiento de la mujer y decreciente con el paso de los años. De hecho, la experta explica que, "en cada ciclo, la mujer pierde naturalmente decenas de ovocitos, ya que solo uno madura y es ovulado. Mientras que, cuando una mujer decide donar sus óvulos, accede a un tratamiento hormonal que tiene como objetivo la maduración de una mayor cantidad de ovocitos que, de manera natural, no se hubiesen desarrollado y habrían sido eliminados por el propio organismo".
La ligadura de trompas es una intervención quirúrgica que no influye a la hora de donar óvulos, ya que lo único que impide este procedimiento es que los espermatozoides lleguen efectivamente al ovocito para fecundarlo. En este sentido, la ligadura de trompas solo evita la consecución de un embarazo; sin embargo, los ovarios siguen produciendo óvulos sanos, lo que permite fácilmente su extracción y su fecundación a través de técnicas de laboratorio. "Esto lo vemos mayoritariamente en los casos de mujeres jóvenes que se han sometido a una ligadura de trompas antes de los 35 años. De la misma forma, sus óvulos sanos podrían emplearse para un embarazo propio a través de la fecundación in vitro", argumenta García Cataño.
Para desmentir este mito, solo basta con revisar a la Ley 14/2006 sobre técnicas de Reproducción Humana Asistida. La normativa española establece que una mujer puede donar óvulos tantas veces como quiera hasta conseguir, mediante los mismos, 6 recién nacidos vivos en España. Dentro de esta cifra, se incluyen los hijos propios de la donante. Sin embargo de acuerdo con la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida se pueden donar ovocitos como máximo 6 veces.
Existe la falsa creencia de que, en la labor diaria de una clínica de reproducción asistida, los expertos eligen o descartan a las donantes en base a criterios estéticos. Sobre esto, la especialista afirma que los únicos requisitos fundamentales e incuestionables que exigen los centros para ser donante de gametos es ser mayor de edad (que en España supone tener más de18 años) y gozar de una buena salud física y mental. Aunque es cierto que la demanda de donantes varía mucho según los fenotipos de las receptoras que se tengan en ese momento.