Puede definirse aromaterapia como "el uso terapéutico de los efectos que los diferentes compuestos aromáticos provocan en el organismo". No existe consenso pleno en cuanto a su mecanismo de actuación y eficacia real, pero se acepta que los olores influyen en las percepciones y podrían mejorar el estado de ánimo. ...
Puede definirse aromaterapia como "el uso terapéutico de los efectos que los diferentes compuestos aromáticos provocan en el organismo". No existe consenso pleno en cuanto a su mecanismo de actuación y eficacia real, pero se acepta que los olores influyen en las percepciones y podrían mejorar el estado de ánimo. Se debe señalar que sus moléculas se absorben a través de la piel, lo que provocaría la llegada de los principios activos que contienen al torrente circulatorio y la necesidad de evitar efectos secundarios inesperados.
La aromaterapia emplea aceites esenciales de origen natural, elaborados en el laboratorio a partir de distintas especies de plantas y aplicando diferentes métodos en función del tipo de aceite esencial que se desee obtener. Pueden ser aplicados por vía interna (son muy eficaces, pero deben ser empleados a dosis adecuadas y siempre correctamente diluidos), externa (porque se difunden a través de la piel combinados con sustancias oleosas) o aérea (empleando difusores de aceites esenciales las moléculas son absorbidas por las vías respiratorias).
Sea cual sea la vía empleada, es fundamental tener cuidado con el aceite esencial que compramos y el lugar en el que lo hacemos. Los aceites esenciales empleados en aromaterapia deben tener una garantía y un control de calidad diferentes a los que se realizan en otros ámbitos (como la perfumería, por ejemplo).
Los especialistas señalan una serie de recomendaciones cuando se emplean aceites esenciales entre las que destacarían:
1-Elegir aceites esenciales de calidad contrastada y con garantía sanitaria. Es preciso realizar la dilución adecuada porque su aplicación puro o sin diluir no suele recomendarse.
2-Es preciso ser cuidadosa con la automedicación y la autoaplicación de gotas de aceite esencial sin mantener una dosificación adecuada.
3-No deben ser ingeridos ni inyectados. No deben ser aplicados en boca, oídos, ojos, mucosas, vía rectal o vaginal. Tampoco deberían aplicarse en axilas, ingles y genitales.
4-Las personas que sufren alergia o sensibilidad a alguna esencia deben implementar mayores medidas de precaución. Tampoco deben ser añadidos al agua de baño, por ejemplo, sin diluir porque pueden causar irritaciones, picores o quemaduras en la piel.
5-Algunos aceites esenciales (como limón, naranja y bergamota, entre otros) son fotosensibilizantes por lo que no debes exponerte al sol tras su aplicación.
6-Los aceites esenciales que contienen fenoles (orégano y clavo, por ejemplo) o ácido cinámico (canela, entre otros) pueden provocar toxicidad si se usan con excesiva frecuencia.
7-Cuando entre en contacto con los ojos de manera accidental, no deben lavarse con agua, es preciso emplear un algodón impregnado de aceite vegetal para retirarlo correctamente.
8-Precaución especial si utilizas velas, palitos y quemadores porque son inflamables y podrían provocar un incendio inesperado.