Se pueden describir las manchas solares como zonas hiperpigmentadas que se generan debido a la acumulación de melanina (pigmento que da color a la piel y la protege de la acción de la radiación ultravioleta). La causa fundamental es la radiación solar y pueden aparecer en personas jóvenes con alta ...
Se pueden describir las manchas solares como zonas hiperpigmentadas que se generan debido a la acumulación de melanina (pigmento que da color a la piel y la protege de la acción de la radiación ultravioleta). La causa fundamental es la radiación solar y pueden aparecer en personas jóvenes con alta exposición al sol y en edades más avanzadas en las que hacen especialmente evidentes debido al natural envejecimiento. Se siguen realizando estudios para determinar si la luz azul de los ordenadores produce el envejecimiento de la piel y la aparición de manchas, pero no hay datos concretos.
Los rayos del sol producen manchas sea cual sea la posición en la que te encuentres cuando inciden sobre tu piel, pero eso no debe provocar que evites totalmente el contacto porque es preciso para mantener los niveles adecuados de vitamina D. Se recomienda el uso de una crema fotoprotectora todos los días del año y que se aplique en las zonas expuestas de la piel.
Los especialistas señalan que existen varios tipos de pigmentaciones (manchas producidas por medicamentos, infecciones, picaduras y productos cosméticos, entre otras). De manera general, podríamos señalar que existen los siguientes tipos de manchas que generan preocupación a las personas afectadas:
1-Melasma, dependiente de las hormonas, se presenta en las mujeres, suele localizarse en la frente y las mejillas y suele ser de repetición.
2-Léntigo solar, es una hiperpigmentación de la piel, de un tamaño similar al de una lenteja y suele localizarse en el dorso de las manos, la cara y el escote.
3-Pecas y lunares, más frecuentes en personas de piel blanca y cabello y ojos claros que se queman con facilidad. Suelen aparecer en las zonas más expuestas al sol (como la cara y los brazos), aunque también se presentan en otras localizaciones del cuerpo.
Es fundamental que el dermatólogo haga un diagnóstico correcto de la mancha. Suele emplear un dermatoscopio (elemento óptico) que le permite realizar un análisis específico de la mancha para determinar si es benigna.
El tratamiento dependerá del tipo de mancha de que se trate. Algunas manchas (como las hormonales) no mejoran con el láser, por lo que se recomienda utilizar cremas fotoprotectoras (para evitar su aparición) y cremas despigmentantes (si ya se han presentado).
Las cremas despigmentantes pueden mejorar el aspecto de la piel, aumentando su luminosidad y mejorar el aspecto de las manchas. Contienen elementos activos con efecto antioxidante (como la vitamina C, por ejemplo), la hidroquinona, el retinol o el ácido glicólico, entre otros. Suelen emplearse en formulaciones en las que se combinan varios componentes según el tipo de piel. Además, en función del tipo de mancha de que se trate, los dermatólogos pueden recomendar la aplicación de láser o la crioterapia, entre otras opciones.