La kinesiología, desde la perspectiva de la salud natural propugnada por George Goodheart, mantiene que todos los sistemas del cuerpo interactúan entre sí. De esta manera, los músculos, los órganos y las glándulas estarían conectados por los meridianos de energía descritos por la medicina tradicional china y por los sistemas ...
La kinesiología, desde la perspectiva de la salud natural propugnada por George Goodheart, mantiene que todos los sistemas del cuerpo interactúan entre sí. De esta manera, los músculos, los órganos y las glándulas estarían conectados por los meridianos de energía descritos por la medicina tradicional china y por los sistemas nervioso, circulatorio, hormonal y linfático. Como consecuencia, los mismos síntomas pueden tener diferentes orígenes, siendo preciso tratar a cada paciente de manera diferente y personalizada.
La kinesiología podría ser aplicada en dolores musculares causados por estrés, alergias e intolerancias alimentarias, artritis, rigidez articular, alteraciones causadas por esfuerzos repetidos y dolores lumbares, entre otros.
Los kinesiólogos consideran que, analizar la respuesta muscular ante determinados estímulos, les permite detectar alteraciones. Creen que el organismo emite una señal en forma de molestia en el sistema muscular para indicar la presencia de una alteración. Cada músculo estaría asociado con unos órganos, glándulas y meridianos energéticos específicos. Realizando pruebas musculares concretas pueden detectar un desequilibrio en cualquier de sistema corporal y valorar las reacciones del organismo ante diferentes estímulos (como los alimentos o los alérgenos, por ejemplo).
Entre las actividades iniciales de un kinesiólogo, destacarían:
-Realizar una historia completa del paciente, incluyendo problemas de salud del pasado, estilo de vida, dieta y otras consideraciones.
-Analizar la postura corporal y la forma de andar.
-Solicitar radiografías y análisis de sangre y de orina, si consideran que es necesario.
-Realizar pruebas musculares para comprobar la respuesta de algunos músculos concretos.
-Hacer tests para analizar la reacción del organismo ante distintas sustancias, valorando la respuesta muscular cuando el paciente prueba un alimento determinado o huele una sustancia concreta, por ejemplo.
Cuando el kinesiólogo ha localizado el origen del problema, el objetivo se centrará en restablecer el equilibrio entre los sistemas corporales afectados. Para lograrlo puede realizar diferentes técnicas como el masaje ligero sobre determinadas zonas del cuerpo (especialmente en los espacios intercostales, para mejorar el funcionamiento de los órganos relacionadas con ellas mediante el estímulo de los reflejos neurolinfáticos), presionar puntos específicos del cráneo (que estimulan los reflejos neurovasculares aumentando el flujo sanguíneo hacia los órganos y las glándulas correspondientes) y enseñar determinados ejercicios (como la marcha cruzada, por ejemplo).
La actuación variará en función de las necesidades del paciente y los conocimientos y preferencias del terapeuta. Lo más frecuente es realizar masaje de los músculos afectados, aplicando técnicas quiroprácticas y osteopáticas. En las siguientes visitas, es necesario repetir las pruebas musculares y adaptar la actuación a la evolución del paciente o finalizarlo. La duración dependerá del problema detectado y las características del paciente, aunque tres o cuatro sesiones de una hora suelen ser suficientes para percibir los beneficios.