Como marca la tradición, cualquier visita a La Candelera comienza con un esmorzar de forquilla (desayuno de tenedor) "contundente". Así lo hacían los arrieros que transportaban mercancías antes de comenzar la jornada, muchos años atrás. Hoy día, el esmorzar de forquilla todavía incluye platos calóricos como los callos, junto con ...
Como marca la tradición, cualquier visita a La Candelera comienza con un esmorzar de forquilla (desayuno de tenedor) "contundente". Así lo hacían los arrieros que transportaban mercancías antes de comenzar la jornada, muchos años atrás. Hoy día, el esmorzar de forquilla todavía incluye platos calóricos como los callos, junto con otros de la cocina de mercado catalana como el cap i pota (guiso de cabeza y pata de ternera con un sofrito y una picada); la gustosa costilla ral de cerdo con patatas, la butifarra con patatas y, por supuesto, la Coradella, típico de Molins de Rei.
La Coradella, un guiso reconvertido en una especie de butifarra negra, se elabora con sangre y vísceras de cordero como pulmón, corazón e hígado aderezados con ajo, tomate, cebolla, hierbas y vino blanco o coñac. Este embutido, galardonado como el plato favorito de los catalanes en el Fórum Gastronómico celebrado en el año 2018 en Girona, se suele servir a la plancha sobre tostadas de pan. Sinceramente, no os lo podéis perder.
Imagen del showcooking y degustación Cocina con productos de temporada de los huertos de Molins, en la plaça del Mercat.
Con el estómago lleno, uno/a ya tiene la energía suficiente para recorrer las calles y espacios de Molins, donde se alojan los 650 expositores (561 el año pasado) de la Fira de la Candelera divididos en diferentes sectores: plantas y maquinaria agrícola; artesanía, antigüedades y coleccionismo; talleres de granja y huerta; comercio, vinos, alimentación y automoción; espacio empresa, economía social y cooperativa y entidades y asociaciones de la villa. Se espera que esta muestra reciba a más de 200.000 visitantes, entre molinenses y foráneos, a lo largo del fin de semana.
El Baix Llobregat posee una de las zonas más importantes de huerta y fruta de toda Cataluña. Se trata de una tierra muy fértil, junto al rio Llobregat, con un clima agradable que facilita el cultivo de alimentos de temporada, tal y como han explicado desde el Parc Agrari del Baix Llobregat (territorio de 3.500 hectáreas), durante un showcooking, con degustación incluida, celebrado en la Plaza del Mercat el 3 de febrero. Durante el showcooking Cocina con productos de temporada de los huertos de Molins, Neus Munné, cocinera del restaurante Àpat (Molins de Rei), ha elaborado uno de los platos emblemáticos de esta casa de comidas premiada con un Solete en la Guía Repsol: alcachofas acompañadas de langostinos. "Hemos elegido alcachofas de nuestros campos porque se nota mucho la diferencia. Queremos brindar nuestro apoyo al producto de temporada de aquí", ha comentado.
Por su parte, Lluís Fisas, de Can Fisas, dedicado a la agricultura ecológica de proximidad, ha reivindicado las cualidades de la alcachofa Blanca de Tudela, la auténtica del Prat de Llobregat, frente a otras variedades híbridas que están de moda como la Green Queen. "En estos momentos, podemos llenar nuestras mesas de alcachofas, coles, brócoli, coliflores, acelgas, lechugas, apio, puerro, calçots, ajos tiernos… hay una gran variedad de verduras de temporada", ha recomendado. Como productores de más de 50 productos han logrado recuperar variedades antiguas como la Col de Pell de Galàpet; los Espigalls (la Kale catalana); la Col de Paperina, para hacer el trinxat o la escudella en Navidad; los ajos tiernos y la Escarola de Cabell d´Àngel, entre otras.
Durante La Candelera, se pueden probar y comprar alimentos de kilómetro cero, pero también de fuera de Cataluña. En la imagen, magníficos tomates de la variedad Rosa de Barbastro.
Por lo tanto, en el marco de La Candelera se puede pasear entre una gran variedad de estands y paradas de alimentación en el paseo del Terraplè, entre la rambla de la Granja y la calle del Molí. Por otra parte, en la rambla de la Granja se halla una gran oferta gastronómica para ir abriendo boca, entre paseo y paseo. En la plaza de Catalunya se ha instalado una pequeña muestra de cerveza artesana y vermús, además de varias food trucks de hamburguesas, bocadillos y alimentos con los que acompañar las bebidas.
Sin embargo, entre las actividades de este año, destaca la 44 edición de la Fira de Vins, en colaboración con el Incavi, y centrada en la garnacha, una de las variedades de vino tinto más cultivadas en todo el mundo. Del 27 de enero al 1 de febrero se han organizado degustaciones y maridajes en torno a la garnacha en la planta baja del edificio El Molí, entre el paseo del Terraplè y la calle del Molí. Este fin de semana, se pueden degustar, en grupos y buena compañía, cualquiera de los vinos y cavas expuestos en la plaza de la Llibertat, mediante la compra de tickets.
Lleno absoluto, y mucha alegría, en la plaza de La Llibertat, con la 44 edición de la Fira de Vins.