Uno de los principales retos de un buen afeitado es recortar el vello facial lo más cerca posible del rostro, lo cual se puede traducir en cortes, raspaduras, quemaduras, sequedad e incluso pseudofoliculitis de la barba. Estas, irritarán la piel en profundidad. Y si lo hace hay que estar atentos: ...
Uno de los principales retos de un buen afeitado es recortar el vello facial lo más cerca posible del rostro, lo cual se puede traducir en cortes, raspaduras, quemaduras, sequedad e incluso pseudofoliculitis de la barba. Estas, irritarán la piel en profundidad. Y si lo hace hay que estar atentos: la irritación debería desaparecer después de un par de días máximo. Si no lo hace, es mejor consultar a un médico para descartar una infección.
La piel del rostro sufre mucho durante el afeitado, por ello hay que prestar especial atención al cuidado diario de la piel para que no se resienta.
Para evitar estas posibles irritaciones de la piel es importante cambiar la cuchilla cuando se noten tirones o molestias o esté algo "oxidada". Una cuchilla desgastada puede irritar la piel e incluso provocar cortes. Después del afeitado hay que calmar la zona afeitada y, por lo tanto, priorizar el cuidado de la piel profundamente para reparar los daños que derivan del afeitado.
Es muy importante tras el afeitado es elegir un buen aftershave que ayudan a reducir la irritación y calmar la piel después del afeitado. Una hidratante reparadora es, por ejemplo, la Cica Face Cream de Two Poles que eliminará cualquier resquicio de irritación gracias a su formulación con Centella Asiática, Factores de crecimiento, Ácido Hialurónico, Ceramidas y 3% de Niacinamida.
Otros cuidados para después del afeitado