De manera general, entre los alérgenos (elementos causantes de alergia) más frecuentes destacarían: el polen primaveral, algunos metales, el látex, los ácaros del polvo, la caspa de los animales domésticos y algunos productos de belleza y limpieza. Los alérgenos desencadenantes de los síntomas varían de una persona a otra. En primavera, ...
De manera general, entre los alérgenos (elementos causantes de alergia) más frecuentes destacarían: el polen primaveral, algunos metales, el látex, los ácaros del polvo, la caspa de los animales domésticos y algunos productos de belleza y limpieza. Los alérgenos desencadenantes de los síntomas varían de una persona a otra.
En primavera, lo más habitual es la rinitis alérgica estacional causada por el polen ambiental y que provoca incómodos síntomas a los afectados (estornudos, congestión nasal, rinitis, picor en la nariz y la garganta, malestar general y tos, fundamentalmente).
Cuando los ojos se ven expuestos a sustancias causantes de alergias se libera histamina que provoca una inflamación de los vasos sanguíneos de la conjuntiva (membrana mucosa que cubre el ojo y el interior de los párpados) denominada, de manera general, conjuntivitis alérgica. Esta conjuntivitis alérgica suele afectar a los dos ojos a la vez. Puede aparecer de asociada a épocas en las que aumentan los alérgenos que la causan (estacional) o puede presentarse durante todo el año (perenne).
La conjuntivitis alérgica (entendida como una reacción al polen, la caspa, el moho u otras sustancias que causan alergias) la presenta, aproximadamente, el 25% de la población y se caracteriza por una serie de síntomas entre los que destacarían:
1-Dilatación de los vasos sanguíneos de la conjuntiva y enrojecimiento localizado.
2-Hinchazón de los párpados, fundamentalmente por la mañana. Se puede detectar fácilmente observando a la persona afectada.
3-Picor y escozor, debido a la irritación y dilatación de los pequeños capilares que irrigan la zona conjuntival.
4-Sensación de tener "arenillas en los ojos" que le molestan y rozan con cada movimiento de los ojos.
5-Fotofobia o sensibilidad a la luz. Es una sensación muy incómoda que se reduce cuando se utilizan gafas de sol homologadas que protejan correctamente al ojo de la intensidad luminosa.
6-Visión borrosa de manera temporal y no permanente al parpadear, por ejemplo.
7-Ojos llorosos y lagrimeo. Las glándulas de la conjuntiva reaccionan de manera intensa y producen una cantidad de lágrimas superior a la normal.
8-Secreciones de tipo acuoso o viscoso que reconocemos como legañas que deben ser retiradas mojando un algodón o una gasa esterilizada en agua tibia y presionando suavemente sobre la legaña durante unos segundos para poder eliminarla sin problema.
El médico es el encargado de valorar la situación y realizar un diagnóstico concreto. A partir de ahí, podrá pautar el tratamiento que considere necesario para cada situación y dependerá del momento concreto y los síntomas de la conjuntivitis.
La prevención es fundamental siendo necesario determinar el alérgeno causante para intentar evitar tener contacto con él. Resulta fundamental seguir las pautas médicas sin realizar modificaciones para lograr una correcta y rápida recuperación.