Un estudio dirigido por investigadores del Centro para la Innovación en Microbiomas de la Universidad de California en San Diego, en colaboración con científicos de L´Oréal Research and Innovation, ha identificado microbios asociados específicamente con signos de envejecimiento y salud de la piel, en lugar de con la edad cronológica. Los hallazgos del equipo, publicados en Frontiers in Aging, representan un paso clave hacia la comprensión de la implicación de la microbiota cutánea en los signos del envejecimiento de la piel.

El estudio utilizó capacidades avanzadas de análisis de datos de CMI y la experiencia en salud de la piel de L´Oréal para examinar los datos recopilados de 13 estudios anteriores, que consisten en datos de secuencia del amplicón de ARNr 16S y los datos clínicos de la piel correspondientes de más de 650 participantes femeninas de entre 18 y 70 años. El análisis de múltiples estudios buscó identificar tendencias microbianas relacionadas con signos específicos del envejecimiento, como las arrugas de las patas de gallo y la pérdida de humedad, teniendo en cuenta variables como la edad.

"Estudios anteriores han demostrado que los tipos de microbios en nuestra piel cambian de manera bastante predecible con la edad", señala la autora del estudio, Se Jin Song. "Nuestra piel también cambia fisiológicamente con la edad; por ejemplo, ganamos arrugas y nuestra piel se vuelve más seca. Pero hay variaciones en cómo se ve esto en las personas; probablemente hayas notado que hay algunas personas que tienen una piel que parece más joven o más vieja que muchas otras de su edad. Utilizando métodos estadísticos avanzados, pudimos separar los microbios que están asociados con este tipo de signos de envejecimiento de la piel, como las arrugas de las patas de gallo, de aquellos que están asociados simplemente con la edad como un número cronológico".

Un hallazgo clave para futuras investigación sobre la piel

El análisis reveló dos tendencias importantes. En primer lugar, hubo una asociación positiva entre la diversidad del microbioma de la piel y las líneas cantonales laterales (arrugas de patas de gallo), un signo clave del envejecimiento. En segundo lugar, se observó una correlación negativa entre la diversidad del microbioma y la pérdida de agua transepidérmica, lo que indica el impacto en la humedad de la piel. El estudio identificó biomarcadores potenciales para futuras investigaciones, proporcionando información valiosa sobre las asociaciones microbianas con el envejecimiento de la piel.

Los autores del estudio sugieren investigaciones futuras, incluida la metabolómica, para descubrir biomarcadores químicos relacionados con el envejecimiento de la piel y la metatranscriptómica para explorar objetivos potenciales para la ingeniería genética.

"Si bien los hallazgos del estudio representan un avance en nuestro conocimiento sobre el microbioma de la piel, los consideramos solo el comienzo de una nueva fase de investigación", afirma el coautor, Rob Knight. "Al confirmar un vínculo entre el microbioma y la salud de la piel, hemos sentado las bases para futuros estudios que descubran biomarcadores de microbiomas específicos relacionados con el envejecimiento de la piel y, algún día, mostraremos cómo modificarlos para generar recomendaciones novedosas y altamente específicas para la piel"