4 síntomas de fascitis plantar

Se puede definir la fascitis plantar como la inflamación del tejido de la planta del pie y constituye una de las causas más habituales de aparición de dolor en esta zona. Se ha convertido en un problema frecuente en distintos grupos de población y debe ser tratada correctamente para evitar que se cronifique. Consulta a tu médico y sigue sus indicaciones.

27/02/2024

La fascitis plantar puede producirse sin una causa reconocible, pero se presenta con mayor frecuencia entre los 40 y 60 años y en personas con sobrepeso. Aparece en función de la anatomía del pie, del tipo de trabajo desempeñado, de la utilización de un calzado inadecuado y de la práctica ...

La fascitis plantar puede producirse sin una causa reconocible, pero se presenta con mayor frecuencia entre los 40 y 60 años y en personas con sobrepeso. Aparece en función de la anatomía del pie, del tipo de trabajo desempeñado, de la utilización de un calzado inadecuado y de la práctica de un ejercicio en el que se ejerce mucha presión sobre el talón y los tejidos de la zona (como correr o practicar ballet, por ejemplo).

Los síntomas asociados a la fascitis plantar pueden aparecer de manera repentina, tras realizar una práctica deportiva intensa o de manera paulatina y son muy característicos. Lo más habitual es que su intensidad aumente tras realizar un ejercicio intenso, un reposo prolongado o al subir escaleras, por ejemplo. Entre los más habituales destacarían:

1-A nivel local se presentan enrojecimiento y sensación de calor porque la fascitis plantar es un proceso inflamatorio de la fascia plantar. El edema causado por los microtraumatismos en esa zona provoca calor y enrojecimiento en la planta y el talón del pie afectado.

2-El edema y la inflamación de los tejidos provocan sensación de tensión y rigidez en la planta del pie.

3-La fascitis plantar provoca dolor localizado, normalmente, en la parte central del talón. El dolor puede ser intenso y agudo tras un reposo prolongado o sordo (acompañado de sensación de ardor o dolor en toda la planta del pie, normalmente). Suele ser más intenso tras realizar ejercicio, tras un reposo prolongado o cuando permaneces de pie durante mucho tiempo.

4-Se presenta externamente hinchazón y cualquier roce produce dolor por la enorme sensibilidad que caracteriza a la fascitis plantar.

El médico debe realizar el diagnóstico. Se centrará en la anamnesis, la actividad física que realiza la persona afectada y solicitará pruebas (como la ecografía) para detectarla o realizar un diagnóstico diferencial con otras patologías similares.

El tratamiento debe pautarlo el médico y suele incluir tratamiento farmacológico para reducir el dolor y la inflamación y la aplicación de frio local (3 o 4 veces al día, de 10 a 15 minutos). También se emplean fisioterapia manual para reducir el edema y el espasmo muscular, ultrasonido y kinesotaping (para reducir la presión a la que se encuentra sometida la fascia plantar). Es frecuente implementar terapias combinadas en función de las indicaciones del especialista (fisioterapia manual, ultrasonido y crioterapia, por ejemplo, para aumentar la eficacia del tratamiento).

Suelen recomendarse plantillas para reducir el dolor (de descarga, personalizadas, de absorción de impacto o específicas) y férulas (durante la noche o todo el día, para que la fascia se mantenga elongada el mayor tiempo posible). Cuando los tratamientos anteriores no obtienen los resultados deseados, puede realizarse una cirugía específica para reducir el dolor y la inflamación causadas por la fascitis plantar.

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