Botánicamente, la rosa mosqueta se denomina Rosa rubiginosa y pertenece a la familia de las rosáceas. Es un arbusto que crece de manera natural en diferentes lugares del mundo, aunque se cultiva intensivamente para su comercialización desde hace unos años. Su interés comercial se centra en que, algunos estudios, la ...
Botánicamente, la rosa mosqueta se denomina Rosa rubiginosa y pertenece a la familia de las rosáceas. Es un arbusto que crece de manera natural en diferentes lugares del mundo, aunque se cultiva intensivamente para su comercialización desde hace unos años. Su interés comercial se centra en que, algunos estudios, la consideran como regeneradora de la piel.
En su composición química destacaría la presencia de vitaminas (A, E, C y del grupo B, de gran importancia para el cuidado de la piel) y ácidos grasos poliinsaturados (linoleico, oleico, palmítico y araquidónico, especialmente) fundamentales para configurar las propiedades específicas atribuidas al aceite de rosa mosqueta.
Se emplea en sus múltiples presentaciones a nivel estético y cosmético por su actividad preventiva y correctiva para tratar problemas de la piel. Se le atribuyen varias propiedades entre las que destacarían:
1-Aumenta la tersura, reduce arrugas superficiales e hidrata la piel seca porque mejoraría la regeneración, microcirculación y nutrición cutánea.
2-Mejora el aspecto de las cicatrices y de las estrías y reduce su visión porque presentaría actividad de regeneración tisular.
3-Previene y corrige el fotoenvejecimiento causado por una excesiva exposición a las radiaciones solares, debido a que activa la melanina de la piel.
4-Reestructura y remodela la pigmentación porque sería capaz de disminuir las manchas presentes en la piel.
5-Reduciría los síntomas típicamente asociados a ciertas enfermedades cutáneas como la psoriasis.
Existen numerosas formas comerciales (protector solar, jabón, crema nutritiva, limpiador, crema de manos, loción de cuerpo y protector labial, entre otras). Sería recomendable su aplicación tras el depilado y el afeitado, después del baño o la ducha en la cara y el cuerpo, se puede añadir al agua del baño o aplicarla por la noche sobre la piel limpia. Si quieres hidratar en profundidad el pelo teñido, por ejemplo, se recomienda aplicar aceite de rosa mosqueta en la raíz, masajear suavemente, envolver el pelo con un plástico o una toalla durante 2 horas y lavarse, a continuación, con el champú habitual.
Se aumentaría su actividad cuando se aplica gota a gota y se masajea suavemente la zona tratada. Los efectos serán visibles tras, aproximadamente, un mes de uso. Puedes encontrarla combinada con otros ingredientes que potencian su acción.
Sería recomendable escoger un aceite de rosa mosqueta 100% puro sin aditivos y consultar al especialista cualquier duda que te surja. Aunque los datos no son concluyentes, algunos estudios señalan que puede provocar algunas alteraciones en personas sensibles por lo que se recomienda realizar una prueba en una zona pequeña de la piel antes de usarlo en zonas más extensas. Tampoco se recomienda su empleo en pieles grasas o con acné porque aumentaría la grasa.