Tras el inicio del invierno y el consecuente descenso de las temperaturas, se han notificado en nuestro país un aumento significativo de las enfermedades típicas de esta estación: las infecciones del tracto respiratorio. En España, además, están circulando simultanéame gripe, SARSCoV-2 y VRS, así como infecciones de las vías respiratorias ...
Tras el inicio del invierno y el consecuente descenso de las temperaturas, se han notificado en nuestro país un aumento significativo de las enfermedades típicas de esta estación: las infecciones del tracto respiratorio. En España, además, están circulando simultanéame gripe, SARSCoV-2 y VRS, así como infecciones de las vías respiratorias altas agudas (IVRA). La tendencia al alza, manifiesta en todos los grupos de edad, se ha mostrado en un aumento de la positividad de gripe en la última semana de diciembre de 2023, alcanzando el 46% (casi el doble que la semana anterior, que era del 27%).
Entre las infecciones de las vías respiratorias altas agudas (IVRA) se encuentran los resfriados, la gripe y las infecciones de la garganta entre otras, que generalmente se resuelven después de tres a siete días. Este tipo de infecciones suelen ser causadas por virus o bacterias, coincidiendo con la llegada del frío. En los últimos años, diversos estudios han señalado que el virus de la gripe es más estable a temperaturas frescas y secas. Además, las bajas temperaturas debilitan la primera línea de defensas de la nariz, dando respuesta a por qué tendemos a enfermar más durante el invierno.
"El sistema inmunitario es el sistema de defensa del cuerpo frente a microorganismos infecciosos (como bacterias o virus) y sustancias que considera extrañas o dañinas. Mediante una serie de procesos que conforman la "respuesta inmune", el sistema inmunológico reconoce, ataca y se defiende de esos microorganismos y sustancias responsables de causar enfermedades", explica Ana Ortiz, gerente del área de salud de Farmasierra.
Los pulmones son una de las zonas de nuestro organismo más expuestas a la llegada de patógenos (virus y bacterias). La nariz es uno de los puntos de acceso al sistema inmunológico de las mucosas, en el que intervienen el sistema digestivo y el respiratorio, dos entidades anatómicamente diferentes y con capacidad de influirse el uno en el otro, generando el concepto del eje intestino-pulmón. El desequilibrio de la biodiversidad bacteriana intestinal puede conducir a una alteración del eje intestino-pulmón y a una disminución de la respuesta inmunitaria pulmonar, que puede resultar en una mayor probabilidad de sufrir procesos infecciosos respiratorios y de garganta, inflamación de las mucosas, etc.
"Hoy en día, existen algunos probióticos específicos (microorganismos vivos, principalmente bacterias) que, tras ser ingeridos en cantidades suficientes, mejoran el equilibrio de la microbiota intestinal, corrigen el estado de disbiosis, tienen capacidad de estimular la reacción inmunitaria de nuestro cuerpo y pueden ser útiles además para corregir el estado de disbiosis a nivel de la mucosa respiratoria, con notables beneficios para la salud del huésped", señala Ana Ortiz.
Según un estudio publicado en Cochrane, el uso de probióticos podría reducir la tasa de incidencia de IVRA aguda en aproximadamente un 18% o reducir la duración media de un episodio de IVRA aguda en aproximadamente 1,22 días. Además, los beneficios inmunomoduladores son especialmente importantes en personas con más riesgo de contraer una infección grave por SARS-CoV-2.
En este sentido, la experta ofrece una serie de recomendaciones a seguir para reforzar y proteger nuestro sistema inmunitario frente a infecciones respiratorias agudas durante la época invernal: