Aunque con el frío parece que apetece menos comer fruta, no debemos caer en ese error, pues las frutas del invierno también nos aportan muchos y muy variados beneficios que hay que aprovechar. Así, la naranja, el limón, la manzana, la fresa y la pera son propias del clima frío, ...
Aunque con el frío parece que apetece menos comer fruta, no debemos caer en ese error, pues las frutas del invierno también nos aportan muchos y muy variados beneficios que hay que aprovechar. Así, la naranja, el limón, la manzana, la fresa y la pera son propias del clima frío, aparte de que son muy sabrosas y contribuyen a reforzar nuestro sistema inmunitario contra los virus, gracias a su gran aporte de vitaminas, sobre todo de vitamina C. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda comer, cada día, al menos cinco porciones, por lo que incorporarlas a nuestra dieta es fundamental para una alimentación saludable.
Por otro lado, comer fruta es la mejor forma de conseguir una rica fuente de vitaminas, minerales y fibra de una forma natural y también es ideal para mantenernos hidratados. Asimismo, son potentes antioxidantes y antiinflamatorios, imprescindibles para nuestra salud general. Pero ¿cuándo es la mejor hora para tomar fruta? Porque sobre este tema también existen muchas ideas al respecto. Sin duda, según señalan los expertos, lo mejor es incorporar una pieza de fruta por la mañana, en el desayuno, o entre las comidas principales, a modelo de almuerzo o merienda. Sobre todo, porque la fruta contiene una elevada dosis de fibra y fructosa, por lo que nos puede provocar que las digestiones sean más pesadas. De ahí que se recomiende tomar una pieza fruta, al menos, dos horas antes de irnos a dormir.
- Limón: Se trata de una de las frutas más populares. El limón es un cítrico que aporta vitamina C y flavonoides, que ayudan a potenciar el sistema inmunitario. Asimismo, contiene propiedades antioxidantes, de tal manera que bloquea los radicales libres del cuerpo y ralentiza el proceso de envejecimiento de las células. De hecho, beber agua tibia con limón es una receta popular que se recomienda si sufres algún proceso gastrointestinal.
- Naranja: El cítrico por excelencia del invierno es la naranja. Además de ser una fruta fácil de comer y muy sabrosa, entre sus beneficios podemos destacar su aporte de potasio, cobre, ácido fólico, zinc y calcio. Auqnue a la naranja se la conoce por su elevado aporte de vitamina C. Tomar una pieza de naranaja al día contribuye al correcto funcionamiento del sistema inmunitario y a combatir contra el resfriado.
- Uva: Las uvas están compuestas, en un 80% por agua, por lo que se trata de una fruta rica en hidratos de carbono, vitamina B6, fósforo, potasio y calcio. También es muy conocida por contener resveratrol, una sustancia que aporta muchos beneficios para la salud del corazón y la mejora de los niveles de colesterol sanguíneo.
- Manzana: Ricas en fibra, sobre todo de la fibra soluble llamada pectina, es ideal para la salud digestiva. Al igual que la naranja, esta fruta puede consumirse tanto cruda como en zumos y batidos.
- Piña: Conocida por su interesante valor nutricional, la piña contiene bromelina, una enzima que nos ayuda en la digestión de las proteínas, de ahí que resulte ideal comerla por la noche, pues contribuye al proceso de asimilación de los alimentos de la cena. Por otro lado, su elevado contenido de fibra mejora el proceso digestivo y previene el estreñimiento.