Se puede describir la urticaria como la aparición de pequeños granitos en la piel, similares a las picaduras de un mosquito y de color rojizo. Provocan un intenso picor y, normalmente, aparecen y desaparecen sin dejar marcas en la zona afectada (salvo que sean rascadas con intensidad y se formen heridas).

Existen numerosas causas que pueden provocar urticaria. Entre las más frecuentes destacarían:

1-En las urticarias que duran menos de mes y medio, una infección (provocada por virus o bacterias, generalmente) es la causa de, aproximadamente, el 80 % de las que se presentan entre la población pediátrica.

2-La urticaria que se desarrolla en un plazo que oscila entre unos minutos y 2 horas tras la exposición al alérgeno, puede ser causada por una reacción alérgica. Es posible que sea provocada por la existencia de una alergia a algún alimento, a ciertos medicamentos, a picaduras de insectos, a algunos vegetales o al látex.

3-En ocasiones, algunas alergias ambientales, también pueden provocar la aparición de una urticaria. Para que se produzca, el agente desencadenante debe estar en contacto físico directo con la piel de la persona afectada. Es frecuente, por ejemplo, que si una persona es alérgica a los gatos, puede presentar una urticaria en la zona de la piel que el gato haya lamido.

Entre los síntomas de la urticaria es importante señalar que se localizan, normalmente, en la zona de la piel afectada por el agente causante. Se presentan pequeños granos rojizos que causan picor y pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Es frecuente en las manos cuando se emplean guantes de látex o se toca alguna planta que la causa, por ejemplo.

El diagnóstico debe hacerlo el médico. Se basará inicialmente en los datos aportados por la persona afectada y las lesiones concretas que presenta en la piel. Es preciso realizar un diagnóstico diferencial con otras afecciones similares.

El tratamiento de la urticaria debe pautarlo el médico. Suele indicar la aplicación local de antihistamínicos y esteroides para ayudar a controlar los síntomas. Resulta fundamental evitar el rascado directo de la zona afectada para evitar que se produzcan lesiones que se pueden infectar. Cuando se presentan otros síntomas además de la urticaria (como sibilancias en los bronquios, hinchazón generalizada, dificultades para respirar, náuseas, vómitos, dolor de estómago o diarrea, por ejemplo), es una indicación de que se está produciendo una reacción alérgica más intensa y es preciso solicitar atención médica de inmediato.