Cada 1 de enero, más de 90 países en todo el mundo reciben el año nuevo con los ojos puestos en la Ciudad de la Música. Desde la Sala Dorada del Musikverein de la capital austríaca, la Filarmónica de Viena presenta un programa compuesto por música animada y al mismo tiempo nostálgica del amplio repertorio de la familia de Johann Strauß y sus contemporáneos. Así, el tradicional Concierto de Año nuevo dará la bienvenida a 2024 bajo la batuta del alemán Christian Thielemann, quien dirige por segunda vez el prestigioso concierto.

De propaganda nazi a emblema internacional

El primer Concierto de Año Nuevo tuvo lugar durante el capítulo más oscuro de la historia de Austria y de la Filarmónica de Viena: el 31 de diciembre de 1939. En medio de la barbarie, la dictadura y la guerra, el ministro de Ilustración Pública y Propaganda de la Alemania nazi, Joseph Goebbels promovía la celebración de concierto dedicado a composiciones de la dinastía Strauß y cuyos beneficios serían donados íntegramente a la campaña nacionalsocialista de recaudación de fondos "Kriegswinterhilfswerk". No se interpretaron ni `El Danubio Azul´ ni la `Marcha Radetzky´.

Dos años después, el 1 de enero de 1941 se representó una sesión matinal de la Filarmónica titulada `Concierto de Johann Strauss´. Ambientada en plena guerra, muchos la consideraron una expresión de la individualidad vienesa, pero también fue utilizada indebidamente para la propaganda nacionalsocialista del "Großdeutscher Rundfunk". Clemens Krauss dirigió estos conciertos hasta el final de la guerra. En los años 1946 y 1947, Josef Krips (1902-1974) reemplazó a Krauss, quien regresó en 1948 después del final de su prohibición de dos años como director impuesta por los aliados, y dirigió siete conciertos más de Año Nuevo hasta 1954. Fue el propio Krips quien introdujo la `Marcha Radetzky´., antes del vals de `El Danubio Azul´ como primer bis.

El templo de la música clásica

El Concierto de Año Nuevo tiene lugar en el Musikverein, el centro del clasicismo vienés para los amantes de la música. La Gran Sala es también conocida como Sala Dorada. No se limita a ser una de las más hermosas, sino que es además conocida por ser una de las salas con mejor acústica del mundo.

Para el Concierto de Año Nuevo, la sala, construida según el estilo historicista con la Antigüedad como modelo, es decorada con magníficos detalles florales. Pilares, cariátides y frontones en relieve dan fuerza a la idea de que este lugar es un templo construido para venerar la música.