Si ya de por sí con la olla a presión de toda la vida conseguías preparar unas lentejas o una crema de verduras en un abrir y cerrar de ojos, con esta evolución aún ganarás un tiempo mayor porque se puede programar, así podrás decidir en qué momento se pone ...
Si ya de por sí con la olla a presión de toda la vida conseguías preparar unas lentejas o una crema de verduras en un abrir y cerrar de ojos, con esta evolución aún ganarás un tiempo mayor porque se puede programar, así podrás decidir en qué momento se pone en marcha, dedicándole tiempo a otras actividades o tener la comida lista para un momento puntual, como puede ser llegar a casa después del trabajo. Así, tan solo tendrás que servir la comida para el plato. En su parte frontal incorpora una pantalla digital desde la que controlar su encendido, permite saltear, realizar una cocción lenta, al vapor, a presión y hasta recalentar un producto, así como elaborar carnes, arroces, pan, salsas, guisos o postres. Algunos modelos suelen venir con recetas predefinidas o programas específicos.
Necesita tener una toma de corriente cerca para comenzar a funcionar, su tapa es hermética y, dependiendo de la referencia elegida, incluso puede ser abatible, de modo que será mucho más fácil y cómodo para andar abriendo y cerrando para introducir los comestibles en ella o para tener que darles la vuelta. En otros casos puede ser que traiga también una báscula con la que pesar los ingredientes que se van añadiendo y accesorios para incrementar las posibilidades dentro del cocinado (espátula, vaso medidor, bandeja, etc.). Posee una válvula de presión que tendrás que manipular dependiendo de las necesidades. Su cubeta interior antiadherente es extraíble para facilitar su limpieza e incluso se puede lavar en el lavavajillas y a su vez impide que los alimentos se peguen al fondo. Cuenta con unas asas en sus laterales que ayudan a que sea más fácil de mover. Las hay de diferentes tamaños y capacidades, que varían en función de los comensales, pudiendo encontrar en el mercado las de 4, 5, 6 u 8 litros, por ejemplo. La temperatura y la presión son regulables, y su funcionamiento es silencioso.
Para comenzar a darle uso, revisa el manual de instrucciones que te explicará cómo proceder a su lavado antes del primer cocinado. Prepara previamente los alimentos que vayas a echar dentro de la olla, procurando trocearlos en trozos pequeños, abre la tapa e incorpóralos, añade el líquido que necesites y cierra. Marca en el panel de control los parámetros de la elaboración. Cuando esté lista, extrae la presión y abre el recipiente.
Verás que en el mercado existen pequeños electrodomésticos de este tipo que cuentan con libro de recetas o una aplicación propia en la que seguir experimentando con nuevos menús y desde la que seguir los pasos de ejecución sin perderse. Otras, en cambio, se apagan si detectan un fallo, o añaden un control por voz que guía al usuario durante el proceso.
FOTO PRINCIPAL.: Foto de Jason Briscoe en Unsplash.