Desde el pasado 24 de noviembre, la Catedral de Barcelona es testigo silencioso de una nueva edición de la Fira de Santa Llúcia. Este mercado navideño itinerante está considerado el más grande y antiguo del mundo. De hecho, algunos escritos hacen referencia a esta feria en el año 1786, cuando era parada casi obligatoria de vecinos y filigreses a su salida de la Catedral. Por ejemplo, el noble Rafael de Amat de Cortada, Baró de Maldà, ya dejaba constancia del mismo en su dietario Calaix de Sastre. Así lo explica Albert Deulofeu, artesano y propietario de dos paradas, además de presidente de la Fira de Santa Llúcia.

Esta edición, la feria ha abierto con 210 paradas (180 el año pasado) divididas en tres sectores: el dedicado a figuras y todo aquello relacionado con el belén con 90 paradas; el de verde con 90 paradas y el de artesanía con 30 más. Las previsiones son buenas para esta 237 edición: el tiempo ha acompañado hasta ahora y el puente de la Constitución ha caído "bien", con dos festivos (6 y 8 de diciembre) entre semana. Ello ha propiciado la visita masiva de barceloneses y turistas, según Deulofeu. "Creo que cerraremos la feria con unos números parecidos a los del 2022 y ese fue un buen año. No nos podemos quejar", reconoce.

El buen tiempo acompaña este año y eso se nota entre los paradistas de Santa Llúcia.

Novedades destacadas de este año 

En las paradas Deulofeu, dedicadas a paisajes, cuevas y figuras para el belén, presentan nuevos nacimientos y personajes. Este año, entre todas las figuras destaca una mujer y un niño a lomos de un burro de Montserrat Ribes. La escultora usa una especie de resina cerámica que permite reproducir cualquier detalle con la mayor precisión posible. Eso no se puede conseguir con otros materiales como el barro. En algunos casos, la figurita llegaría a romperse. 

En cuanto a objetos de decoración, lo más cool son unas lámparas que llevan figuras navideñas (normalmente Santa Claus o un muñeco de nieve), purpurina y un aceite que mantiene esas partículas brillantes en suspensión. Algunas de estas lámparas, que se cargan mediante USB, emulan monumentos famosos como el Big Ben, la basílica y convento de Santo Domingo en Lima (Perú) o la popular cabina de teléfonos inglesa.

En la imagen, figuras de Montserrat Ribes, incluida la novedad de esta edición, en las paradas Deulofeu.

Desde hace algunas temporadas, se venden coronas, guirnaldas y centros de mesa elaborados con frutas y semillas (rodajas de naranja y limón, uva, piña, pasas, etcétera) y especias (canela y anís estrellado por ejemplo), típicas del norte de Europa. Se suelen comprar para ambientar habitaciones, recibidores y cualquier otra estancia de la casa. No obstante, este año se ha optado por algunas hortalizas y frutos más originales. Por eso, hemos visto arreglos con tomates pequeñitos, calabazas, madroños, piñas y bolas de ciprés. Suelen durar dos meses y, con el tiempo, parecen flores secas. La base de estas coronas y centros suele ser abeto, ciprés y mirto.

Adoptando gustos anglosajones

Las guirnaldas de ledes esféricas también son novedad esta temporada. Un tipo de led que difumina mucho más la luz. Asimismo, hay un mayor surtido de guirnaldas para espacios interiores y exteriores con mando a distancia. "Tienen un mecanismo de infrarrojos que te permite apagarlas y encenderlas, aumentar la luminosidad o programarlas para dentro de unas horas, sin salir a la terraza o al jardín", explican desde Artesanía Bonet.

Desde hace años, los mediterráneos tendemos a poner pocas luces, pero de colores muy diferentes. Es más, normalmente colocamos las mismas para adornar el belén y el árbol. Pero esto está cambiando y nos acercamos, cada vez más, a los gustos de los países anglosajones y eslavos.

En la foto, una de las lámparas con aceite en suspensión, en forma de tren, que nos transportan a esa Navidad mágica.

"Se suele decir que en los países anglosajones no ponen abetos adornados con luces; más bien luces en abetos. Esto ya deja muy clara su filosofía: mucha cantidad de luz mono cromo. Es decir, de un solo color", añaden. En estos países más fríos, se vuelven locos por las guirnaldas cálidas que imitan la luz solar. "Todos buscamos -continúan- aquello que nos hace falta". 

Messi, caganer del año 

Una de las figuras que no falta en ningún belén catalán es el caganer. En las paradas de Caganer.com muestran novedades como la versión, en caganer, de personajes típicos del cine, tenis y fútbol. Personajes que han sido bombazos en la gran pantalla, como Barbie y Jake Sully de Avatar, pero también en algunas competiciones deportivas internacionales. Es el caso de Carlos Alcaraz, Kylian Mbappé y Lionel Messi. "Tenemos a Messi con diferentes equipamientos deportivos: del F.C. Barcelona, la selección argentina y el Inter de Miami. ¿El más vendido? El Messi con el equipamiento culé para los más nostálgicos", dicen.

Entre los más pequeños triunfan caganers que emulan a personajes animados como Minecraft, Super Mario Bros, Stitch y el Grinch, ese duende verde que odia la Navidad. Curioso, ¿no?  

En la foto, el Messi caganer en varios formatos. El de la izquierda es el más vendido este año.