Qué es el SAD y por qué nos afecta tanto

Cuando llega el invierno y los días se vuelven más cortos, algunas de nosotras enfrentamos un desafío adicional en forma de SAD. Se trata del Trastorno Afectivo Estacional, que nos inunda cuando la luz del sol escasea y el ambiente se pone más oscuro de lo normal. ¿Por qué nos importa? Porque queremos enfrentarlo de frente y seguir siendo las dueñas de nuestras vidas, incluso en los días grises.

Síntomas del SAD

Algunos síntomas propios del SAD son: 

Qué hacer para combatir los síntomas del SAD

Luchar contra los síntomas del SAD puede ser más fácil de lo que imaginas, sobre todo si sigues estos consejos y los llevar a la práctica de forma regular. 

• Exponerte a la luz solar directa durante al menos 30 minutos al día puede marcar una gran diferencia. Sal a dar un paseo, abre las cortinas, y deja que esa luz natural haga su trabajo en tu estado de ánimo.
• No hace falta que te conviertas en una atleta olímpica, pero mover el cuerpo regularmente libera endorfinas, mejorando el estado de ánimo y reduciendo los síntomas del SAD. Puedes probar con caminatas, yoga, o cualquier actividad que disfrutes.
• Una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y alimentos nutritivos puede tener un impacto positivo en tu bienestar general. Evita caer en la trampa de los carbohidratos simples y opta por opciones que te den energía sostenible.
• Dado que la falta de luz solar puede afectar los niveles de vitamina D, considera tomar suplementos después de consultar con un profesional de la salud. Esto podría ayudar a compensar la deficiencia y mejorar tu estado de ánimo.
• Establecer rutinas diarias puede proporcionar una sensación de normalidad y control. Desde horarios de sueño consistentes hasta rutinas de ejercicio, crear estructura puede ser un buen aliado contra el SAD.
• Considera la posibilidad de utilizar una lámpara de terapia de luz, especialmente durante las mañanas. Estas lámparas simulan la luz natural y pueden ayudar a regular los ritmos circadianos, mejorando el estado de ánimo.
• Aunque la tendencia es aislarse, el SAD se combate mejor con la socialización. Intenta mantener conexiones con amigos y familiares, ya sea en persona o a través de medios virtuales.
• Establecer una rutina de sueño regular y asegurarte de obtener suficientes horas de descanso puede ser fundamental. El sueño adecuado contribuye a la estabilidad emocional y al bienestar general.
• Dedica tiempo a actividades que te den placer y relajación. Ya sea leer un libro, disfrutar de un baño caliente o practicar la meditación, cuidarte a ti misma es esencial.
• Si los síntomas del SAD son significativos, la terapia cognitivo-conductual puede ser una opción valiosa. Un profesional de la salud mental puede proporcionar herramientas específicas para abordar los patrones de pensamiento negativos asociados al SAD.