Rumiación mental, qué es y cómo afrontarla

J.Lizcano

Seguro que más de una vez has estado dándole vueltas y vueltas a un problema, que te han provocado pensamientos obsesivos y repetitivos sobre un asunto en concreto. Esto es la denominada rumiación mental.

14/12/2023

En mayor o menor grado, todas, en algún momento de nuestra vida, hemos tenido episodios en los que no parábamos de pensar y pensar sobre un tema, tratando de buscar la solución o intentando entender por qué ha sucedido y cómo. Una alteración a la que solemos enfrentarnos de manera ...

En mayor o menor grado, todas, en algún momento de nuestra vida, hemos tenido episodios en los que no parábamos de pensar y pensar sobre un tema, tratando de buscar la solución o intentando entender por qué ha sucedido y cómo. Una alteración a la que solemos enfrentarnos de manera relativamente habitual y que para los psicólogos se trata de un síntoma de ansiedad y depresión.

De hecho, la rumiación mental es un fenómeno psicológico que aparece como síntoma en varias de las psicopatologías más frecuentes, aunque también puede manifestarse como un malestar en las personas que no sufren ningún trastorno, afectando a tal nivel que interfiere con otras formas de actividad mental. Es decir, la rumiación mental consiste en darle vueltas a los problemas de manera continuada, provocando que ese enganche mental nos lleve a una situación negativa.

Pero, afortunadamente, existen un sinfín de cosas que podemos hacer para frenar esta situación y este malestar, consiguiendo gestionarla de tal manera que no se convierta en un factor de desgaste de nuestra salud mental.

4 maneras de afrontarla

Como ya hemos comentado antes, la mayoría de las personas pasamos por esta situación en un momento determinado de nuestras vidas. Así que, vamos a enumerar algunos ejercicios sencillos que podemos utilizar como recurso para aliviar esa tensión que nos produce la rumiación de los pensamientos:

- Escribir las sensaciones, emociones y pensamientos es una buena herramienta, pues nos permite ordenar lo que tenemos en la cabeza y extraerlo de ahí para verlo desde otra perspectiva.

- Notas de voz: también es considerada como una buena alternativa, sobre todo porque nos va a ayudar a hablar con esa parte de nosotras que se encuentra encallada.

- Mensaje positivo con la mano no dominante: otra manera de acabar con la rumiación mental es escribir en un papel un mensaje positivo para nosotras mismas, con más o menos diez palabras. Cuando nos sintamos agobiadas por esas emociones negativas podemos escribir dichos pensamientos, pero con la mano no dominante. De esta manera, nos focalizamos en el hecho de escribir y dejamos la mente en blanco por un momento.

- Focalizarnos en el exterior: el último ejercicio, pero no por ello menos importante, es fijar nuestra atención en algún objeto de alrededor y tratar de encontrar sus utilidades imaginarias. Al igual que la tarea anterior, esta nos servirá para focalizar la atención en un elemento externo, fuera de nuestros pensamientos.

Toda una serie de estrategias que sirven para dentificar las emociones, comprenderlas y reevaluarlas, además de que estas habilidades se pueden entrenar y mejorar.

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