Los problemas de los pies más frecuentes tienen soluciones específicas que deben ser pautadas por el especialista. Si tienes una rozadura, es preciso cubrirla para evitar infecciones y cambiar de zapatos. Cuando alguna de tus uñas se clava en el dedo y produce dolor e infección, deben ser tratados. ...
Los problemas de los pies más frecuentes tienen soluciones específicas que deben ser pautadas por el especialista. Si tienes una rozadura, es preciso cubrirla para evitar infecciones y cambiar de zapatos. Cuando alguna de tus uñas se clava en el dedo y produce dolor e infección, deben ser tratados. Los callos en los dedos por rozamiento con el calzado o las verrugas en las plantas, deben ser eliminados. Los juanetes suelen necesitar una cirugía específica.
Entre las recomendaciones para el cuidado de los pies destacarían:
1-Pide cita con el podólogo. Es importante realizar revisiones de manera regular y seguir todas sus indicaciones. Consúltale si observas grietas, maceraciones o coloraciones anómalas para que indique la pauta específica recomendable.
2-Elige el calzado adecuado. No todo es imagen y soportar un zapato que te provoca incomodidad durante varias horas puede generar problemas como rozaduras o dolor. Debe tener una horma recta y una suela dura y flexible de material de cuero o goma. La talla debe ser adecuada. No deben tener tacón alto, puesto que, al elevar la parte posterior del pie, se desequilibra el sistema, alterando la funcionalidad de la pantorrilla. También son fundamentales los calcetines porque están en contacto directo con la piel. Elige materiales que mantengan el pie seco y que faciliten la transpiración.
3-Realiza ejercicios específicos para los pies. Las rotaciones de los tobillos o caminar en punta y talón alternativamente, con una intensidad que no genere dolor, te ayudará a aumentar la flexibilidad y reducir la presencia de incómodos calambres y si trabajas de pie te ayudarán, además, a mejorar la circulación venosa. Puedes hacerlos de pie, sentada o recostada.
4-Busca momentos para descalzarte. Dejar los pies libres facilita la relajación y reduce las contracturas, por lo que mejora la salud de tus pies. Lo ideal es caminar descalza por una superficie adecuada. Si trabajas sentada puedes encontrar momentos para descalzarte y mover libremente tus pies haciendo ejercicios específicos.
5-Puedes realizar un masaje manual (aplicando cremas y aceites esenciales desde la planta hasta el talón y los dedos) o emplear un rulo o una pelota de tenis (colocados en la planta del pie dejándolos rodar desde atrás hacia delante). Si te duelen los pies, realiza un baño de contraste que induce un aumento de la circulación local, reduce la inflamación y se estimula el sistema nervioso.
6-Aplica productos específicos para los pies porque los productos generales para el cuerpo no tienen efectos. Lávalos a diario con jabones neutros y seca bien entre los dedos para evitar la proliferación de hongos y aplica crema hidratante específica para mantener la piel intacta, hidratada y sin grietas mediante un masaje. Para reducir el mal olor y el sudor, puedes emplear desodorantes y antitranspirantes específicos para pies.