El Hospital del Mar hace años que apostó por la musicoterapia para mejorar la salud de los pacientes ingresados y contribuir a su evolución y proceso de recuperación. Ha quedado demostrado que la musicoterapia es una herramienta para reducir los niveles de estrés, mejorar indicadores clínicos como el dolor y disminuir la incidencia del delirio en el caso del paciente crítico. También ayuda a la conexión cognitiva y, en los pacientes en proceso de final de vida, se ha demostrado un efecto emocional positivo, una disminución de la fatiga y la ansiedad. En pacientes con enfermedad mental, se ha trabajado para aumentar el bienestar emocional, la socialización, la autoestima, reducir la apatía y favorecer la comunicación.

También se ha incorporado en el programa a familiares y acompañantes para que puedan disponer de esta herramienta como un recurso para su acompañamiento emocional. Esta apuesta se insiere en la estrategia de humanización de los cuidados implantada de forma pionera por el centro.

En este sentido, la médica adjunta del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital del Mar, la Dra. Irene Dot, ha asegurado que con la musicoterapia "buscamos, a través de la música, calmar el dolor y el estado de ansiedad de los pacientes", mientras que Núria Escudé, musicoterapeuta y directora del máster en musicoterapia IL3 de la Universitat de Barcelona, ha explicado que "la musicoterapia es la utilización de la música con finalidades terapéuticas, como ayudar al otro". La Beatriz Sogorb, familiar de un paciente tratado en la Unidad de Cuidados Paliativos, ha recordado como la "música le ayudó a relajarse, a conectar con emociones y a trasladarlo a otros lugares, evadirse de la enfermedad", mientras que, en su caso, "me ayudó a desbloquearme emocionalmente y sacar las emociones y entenderlas".

Un piano con mucha vida

Desde principios del verano de 2022, hay un piano en el vestíbulo del Hospital del Mar. La iniciativa, impulsada por la entidad Pianos Vius y la Fundación Amics de l´Hospital del Mar, busca promover la música en el hospital y fomentar su uso libremente por parte de pacientes, profesionales y visitantes. Para llevarlo a cabo, se contó con las donaciones de personas anónimas y solidarias.