Haz un repaso por las estancias de tu casa para comprobar el estado del techo y de las paredes para poder identificar si hay alguna manchita que te pueda hacer sospechar. El moho aparece cuando se dan las condiciones favorables de humedad dentro del interior del hogar y se suele ...
Haz un repaso por las estancias de tu casa para comprobar el estado del techo y de las paredes para poder identificar si hay alguna manchita que te pueda hacer sospechar. El moho aparece cuando se dan las condiciones favorables de humedad dentro del interior del hogar y se suele manifestar a través de manchas de tamaños diversos, que varían entre el color negro, el grisáceo o el verdoso. La cocina y el baño son los lugares ideales porque son las zonas más húmedas que existen. Así, en el primer de los espacios es donde cocinamos y se desprende vapor al cocer, hervir o guisar un alimento, y en la segunda estancia, el vapor del agua caliente que se produce durante el ritual de higiene, sea en ducha o en bañera, impacta sobre los azulejos y sus juntas, espejos y el resto de piezas que componen este habitáculo y acaba dando carta blanca a la aparición de moho. Pero también puede verse en las habitaciones o en el comedor, incluso en el exterior de la vivienda, puesto que ningún sitio está a salvo ante este problema. En algunos casos hasta viene acompañado de malos olores. Tal y como se recuerda en el perfil del Arquitecto Marcelo Seia en YouTube, el moho no es otra cosa que "una variedad de hongos, de tamaño muy reducido, que crece sobre las superficies que tienen humedad y compuestos orgánicos de los cuales se alimentan". El experto advierte que bajo ningún concepto se debería de "cepillar la pared en seco" para tratar de eliminarlo porque lo único que se va a conseguir es "diseminar las esporas de ese moho al resto de la casa".
Lo que sí podrías hacer es combatirlo con estos remedios caseros para los que tendrás que utilizar productos que, seguro que ya tienes en casa, como es el caso de la lejía, el vinagre blanco o el bicarbonato de sodio. El profesional recomienda que para el primer truco hay que mezclar una parte de lejía y tres de agua dentro de un pulverizador y aplicar la mezcla sobre la pared. Es necesario dejarlo actuar entre 10 y 15 minutos y terminar enjugando el contenido con una esponja o trapo para retirar cualquier resto que pudiese quedar en la superficie. Para poner en práctica el segundo tan sólo requerirás echar el vinagre dentro de un pulverizador y repetir el proceso anterior de aclarado. Sin embargo, tendrá que reposar más tiempo, hasta una hora antes de comenzar a retirarlo. Si te molesta el olor que se desprende, en el videotutorial se aconseja ventilar la estancia o utilizar un aceite esencial. Por último, humedece una esponja o un trapo en agua, echa por encima el bicarbonato y extiéndelo por la pared, y aclara con abundante agua. Puede ocurrir, como bien apunta el experto, que no salga todo de una primera vez y tengas que volver a utilizar el producto. Asimismo, como medida de prevención para cuando detectes una pequeña mancha de moho, sería conveniente que tuvieses a mano el preparado que se detalla a continuación: mezcla vinagre con bicarbonato y agua oxigenada y vierte el líquido en un pulverizador.
Para evitar que el moho haga su debut en la vivienda, ventila bien la casa para renovar el aire, sobre todo después de ducharte, cuando cocines enciende el extractor y procura tapar los recipientes de cocción, con el fin de impedir que el vapor se expanda por la habitación, adquiere un deshumidificador portátil, así lo podrás colocar en la estancia que necesites en cada momento. Estos aparatos serán unos grandes aliados para extraer la humedad que hay en el ambiente y mejorar la calidad del aire. Estas son algunas de las recomendaciones del experto.
En el vídeo del Arquitecto Marcelo Seia hablan de tres tipos de humedad: la humedad de filtraciones, que es aquella que tiene que ver "con el agua de lluvia" y con "las paredes que están en contacto con el exterior", la que se produce por pérdidas de agua y que está relacionada con la "rotura de tuberías o cañerías que conducen el agua de consumo o bien que pertenecen al agua de los desagües que están pasando por debajo del suelo. Por lo general, tienen que ver con humedades muy concentradas, que tienen bordes muy definidos y que pueden llegar a tener gotitas de condensación" y la humedad de cimientos, que se produce "desde los cimientos y asciende por las paredes por la falta de una capa aisladora, que es una barrera impermeable que debería bloquear el ascenso de esa humedad", tal y como explica el profesional.
FOTO PRINCIPAL.: Foto de Ehud Neuhaus en Unsplash.