La salud visual de los niños está en manos de los adultos y que en el control de las patologías oculares de la niñez es crucial para el desarrollo de la visión y evitar una pérdida irreversible. La Dra. Luz Ángel Muñoz, especialista en oftalmología pediátrica de la clínica malagueña ...
La salud visual de los niños está en manos de los adultos y que en el control de las patologías oculares de la niñez es crucial para el desarrollo de la visión y evitar una pérdida irreversible. La Dra. Luz Ángel Muñoz, especialista en oftalmología pediátrica de la clínica malagueña de Miranza, explica que "la visión que no llega a desarrollarse durante los primeros años de vida no puede alcanzarse tampoco en la edad adulta. El diagnóstico y tratamiento de los diferentes trastornos visuales será especialmente importante antes de que finalice el proceso madurativo de la vista, sobre todo si hay antecedentes familiares de ojo vago, estrabismo, cirugías oculares en la infancia o defectos de refracción, porque algunos de estos defectos oculares solo tienen solución en los primeros años de vida".
Los problemas de visión más habituales en niños son el ojo vago, el estrabismo y los defectos de refracción, es decir, la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Aunque algunas de estas patologías son difíciles de identificar a simple vista, es importante detectar signos de alerta como la irritación y el picor de ojos, el lagrimeo, la sensibilidad a la luz, si el niño desvía los ojos o demuestra problemas en la visión próxima o lejana.
La herramienta más eficaz son las revisiones oculares, cuyo objetivo es comprobar el buen funcionamiento del sistema visual de los niños, mediante diferentes pruebas diagnósticas, y garantizar la realización de tratamientos tempranos, siendo los más comunes el uso de gafas, parches (utilizados para tapar el ojo sano, obligando a trabajar el ojo vago) y cirugía en el caso de algunos casos de estrabismo.
Además, se recomienda tener en cuenta una serie de medidas preventivas que incluye fomentar la realización de actividades al aire libre, minimizar el uso de dispositivos móviles, comprobar que haya una buena iluminación a la hora de jugar o estudiar y cuidar una alimentación equilibrada.