La clamidia es una enfermedad bacteriana de transmisión sexual causada por la bacteria Chlamydia trachomatis. Se transmite a través de cualquier forma de contacto sexual de una persona a otra y las madres también pueden transmitirla a sus bebés durante el parto. Es más frecuente en personas jóvenes, especialmente mujeres. ...
La clamidia es una enfermedad bacteriana de transmisión sexual causada por la bacteria Chlamydia trachomatis. Se transmite a través de cualquier forma de contacto sexual de una persona a otra y las madres también pueden transmitirla a sus bebés durante el parto. Es más frecuente en personas jóvenes, especialmente mujeres. Es más probable que se produzca la infección cuando no se utiliza un condón o si tiene varias parejas sexuales.
En general, la clamidia no presenta síntomas, por lo que es posible no darse cuenta que se padece. Además, los síntomas no suelen aparecer hasta varias semanas después de haber tenido relaciones sexuales con una persona infectada. A pesar de que no se presenten síntomas, es posible contagiar la infección a otras personas.
Los síntomas en las mujeres incluyen flujo vaginal anormal que puede tener un olor intenso y sensación de ardor al orinar. Si la infección se extiende, pueden presentarse dolor abdominal, dolor durante las relaciones sexuales, náuseas, escalofríos, vómitos y fiebre. Los síntomas en los hombres incluyen secreción del pene, sensación de ardor al orinar y dolor e inflamación en uno o ambos testículos. Cuando la infección por clamidia infecta el recto puede causar dolor local, secreción y/o sangrado en hombres y mujeres.
Cuando la infección por clamidia no se detecta y no se trata, puede provocar, en las mujeres, infección de útero, ovarios y trompas, con dolor continuo y problemas para tener un embarazo. En los hombres, puede afectar a la reproducción y causar esterilidad.
El diagnóstico debe realizarlo el médico. Se emplean pruebas de laboratorio como un análisis de orina o una muestra de la vagina para detectar su presencia. El tratamiento debe pautarlo el médico y se centra en:
1-Tratamiento con antibióticos. Es posible administrarlos en una sola dosis o tomarlos durante 7 días. Es importante seguir el tratamiento completo pautado por el médico.
2-La abstinencia sexual durante al menos una semana tras completar el tratamiento. Para evitar infectar a su pareja, no deben mantenerse relaciones sexuales hasta que la infección haya sido superada. Cuando el tratamiento es con una dosis única de antibióticos, deben esperarse siete días después de tomarla para volver a tener relaciones sexuales. Si los medicamentos se administran durante siete días, las relaciones sexuales no deben mantenerse hasta haber terminado el tratamiento.
3-El uso de preservativos durante las relaciones sexuales puede ayudar a prevenir la propagación de la enfermedad aunque no elimina totalmente el riesgo de contraer y contagiar clamidia.
Puedes volver a infectarte si mantienes relaciones sexuales sin protección con alguien infectado. Es posible volver a contraer la infección, por lo que se recomienda realizar la prueba de nuevo tres meses después de finalizar el tratamiento.