El trastorno afectivo estacional es un tipo de depresión caracterizada por aparecer y remitir en ciertas épocas del año. Suele asociarse a los ciclos de luz y oscuridad por lo que es más frecuente en países del norte, como Dinamarca, por ejemplo. Las mujeres lo presentan más habitualmente, siendo aproximadamente ...
El trastorno afectivo estacional es un tipo de depresión caracterizada por aparecer y remitir en ciertas épocas del año. Suele asociarse a los ciclos de luz y oscuridad por lo que es más frecuente en países del norte, como Dinamarca, por ejemplo. Las mujeres lo presentan más habitualmente, siendo aproximadamente el doble que los hombres.
El diagnóstico debe realizarlo un especialista basándose en los criterios específicos del trastorno. Es importante destacar que sería recomendable realizar pruebas complementarias para descartar posibles patologías orgánicas, que los síntomas no deberían durar más de cuatro o cinco meses al año y tener en cuenta la gravedad de los síntomas y el grado de discapacidad funcional que provocan.
El tratamiento debe pautarlo el especialista en función de las necesidades de la persona afectada. Existen varias opciones y, entre los tratamientos más frecuentes, destacarían:
1-Tratamiento farmacológico. Se emplean fármacos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, pues se consideran eficaces para reducir los síntomas más frecuentes del trastorno afectivo estacional. Se recomienda su empleo en combinación con otras técnicas.
2-Terapia lumínica o fototerapia. Es el tratamiento más utilizado y consiste en la exposición directa al sol en las primeras horas de la mañana o en una exposición controlada a fuentes de luz brillante similares a la luz natural.
3-Terapia cognitivo-conductual. Se centra en producir el cambio de pensamientos negativos asociados al invierno por otros que resulten más positivos. Se intenta planificar y realizar actividades satisfactorias para el paciente que le ayuden a reducir la anhedonia.
A nivel preventivo, como el trastorno afectivo estacional aparece en ciertas épocas del año, algunas recomendaciones pueden reducir su aparición. Destacarían:
-Aumentar los tiempos de luz en casa y en el trabajo.
-Emplear técnicas adecuadas para reducir y controlar el estrés. La ansiedad mantenida en el tiempo puede generar depresión. La meditación y el mindfulness, por ejemplo, pueden ayudar.
-Mejorar el sueño. Cambiar los malos hábitos por unos más saludables. Evitar siestas que duren más de 45 minutos, levantarse siempre a la misma hora o evitar el empleo de pantallas antes de dormir, resulta adecuado.
-Reducir el aislamiento potenciando las relaciones sociales. Realizar actividades gratificantes con amigos para compartir y expresar emociones.
-Realizar ejercicio físico, especialmente en ubicaciones exteriores.
-Mejorar la dieta. Consumir alimentos ricos en triptófano (legumbres, frutos secos y lácteos, especialmente) pues se considera que mejora la depresión, aunque no se ha confirmado la existencia de una relación directa entre el triptófano ingerido a través de la dieta y la serotonina sintetizada.
-Incluir suplementos de vitaminas B y D pautados por el médico porque el déficit de estas vitaminas podría provocar el trastorno. La vitamina B12 se considera fundamental para el buen funcionamiento neurológico y sus niveles bajos pueden tener relación con la aparición de depresión.